Es una de las escenas más emblemáticas de la historia. En Titanic (1997), la taquillera película de James Cameron, tras el hundimiento del famoso transatlántico británico, Jack y Rose, los dos jóvenes que dan vida a la romántica historia que rodea al filme, buscan desesperadamente escapar del frío y del mar casi congelado, trepando a un pedazo de escombros. El resto es tan conocido como triste: hay lugar solo para uno en la puerta de madera. Jack se sacrificó para salvar a su amada.

Sin embargo, a exactas dos décadas de su estreno, miles se siguen haciendo la misma pregunta: ¿pudo Rose salvar a Jack? Un grupo de estudiantes del colegio Westminster de Australia se animaron a responder.

En efecto, Abigail Wicks, Christy Zhang y Julia Damato, tres jóvenes de la escuela ubicada en Adelaide, recurrieron a una fórmula matemática para demostrar que la pareja pudo salvarse y continuar con su historia de amor.

¿Cómo? Según las estudiantes, el truco era bastante simple: Rose y Jack pudieron subirse ambos a la puerta de madera si hubiesen ubicado sus chalecos salvavidas bajo ella, con el fin de flotar a un lugar seguro.

"Hicimos muchas pruebas y tuvimos que jugar con diferentes materiales para ver qué materiales eran realistas para ese momento", argumentó Abigail Wicks al diario The Daily Telegraph.

Sus pruebas se condicen con las declaraciones de Rose. Y es que, el año pasado, la protagonista de la historia, Kate Winslet, reconoció que dejó morir a su amado Jack, interpretado por Leonardo Di Caprio. "Creo que él entraba en el trozo de puerta", señaló en el show del comediante Jimmy Kimmel.