El operador de la maltrecha planta nuclear de Fukushima Daiichi, Tokyo Electric Power (Tepco), anunció que está investigando una posible fuga en uno de los depósitos temporales que utiliza para almacenar agua radiactiva procedente de los reactores.
Tepco ha percibido una bajada en el nivel del agua de ese depósito, aunque no ha detectado datos inusuales de radiactividad en las aguas subterráneas de las zonas aledañas, informó la agencia Kyodo.
La empresa indicó que, si se confirma, la fuga podría afectar al plan de retirar agua contaminada de los edificios de los reactores para que los técnicos puedan entrar a trabajar.
Tepco dejó el miércoles de transferir agua procedente del reactor 3 al depósito supuestamente dañado, donde el nivel del líquido descendió unos cinco centímetros en las 22 horas siguientes, lo que llevó a cancelar también una transferencia adicional de agua del reactor 2.
Se cree que el agua radiactiva que hay en la central de Fukushima se filtró a los edificios de las unidades y turbinas adyacentes después de que las vasijas de los reactores resultaran perforadas por la fusión parcial de las barras de combustible tras el seísmo del 11 de marzo.
Tepco desveló otros datos negativos esta semana, como la posibilidad de que el terremoto de 9 grados en la escala de Richter dañara conductos básicos del sistema de refrigeración del reactor 3, aunque en un principio la empresa dijo que sólo el tsunami había producido daños.
La eléctrica igualmente reveló ayer que el sismo podría haber perforado la vasija de presión del reactor 1, ya de por sí dañado por la fusión parcial del combustible que albergaba.
La investigación coincide con la visita de un equipo de técnicos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que hoy estuvo en la planta nuclear de Tokai Daini (provincia de Ibaraki).
El objetivo es evaluar el accidente en Fukushima, el peor en 25 años, y los efectos de la catástrofe sobre las centrales del noreste nipón.
En los próximos días el equipo de técnicos visitará asimismo las plantas de Fukushima Daini y Fukushima Daiichi, donde la crisis continúa abierta, y presentarán un informe el 20 de junio en Viena, durante la reunión ministerial del OIEA.