Entre 1995 y 2002, las plataformas de hielo Larsen A y B colapsaron y se separaron del continente antártico. Dentro de un siglo e incluso antes podría ser el turno de Larsen C, de 50.000 kilómetros cuadrados, la tercera masa de hielo más grande del continente blanco después de la Ross y la de Ronne-Filchner.
La advertencia es parte de un estudio realizado, entre 1998 y 2012, por la British Antarctic Survey (BAS), el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), las universidades de Colorado y Kansas, y el instituto Scripps de Oceanografía.
Según la investigación, la plataforma perdió en promedio 4 metros de hielo, y ha bajado, en promedio, un metro en la superficie, debido a la fusión de hielo en superficie y a las corrientes oceánicas cálidas en la parte inferior de la Larsen C, que es 10 veces más grande que la B (3.250 kilómetros cuadrados) y cuyo tamaño es comparable a la superficie de Escocia.
Paul Holland del BAS y autor principal del estudio explica a La Tercera que "Los cambios que estamos viendo en Larsen C están acercándonos al estado de Larsen B cuando colapsó".
Altas temperaturas
Los análisis se realizaron mediante el uso de datos radar aerotransportado correspondientes a ocho misiones científicas y con datos satelitales de la altura de la superficie.
"El estudio declara que hay una incerteza importante y que hay distintos valores dependiendo del sector de Larsen C y de las épocas en que se registraron las mediciones. Lo interesante es que se ha avanzado en encontrar un nuevo método para estimar la contribución de las influencias de la atmósfera y las del océano como forzantes de este fenómeno de adelgazamiento. Se debe avanzar ahora en encontrar cuáles son los mecanismos que explican cada variación dentro de la región", señala Ricardo Jaña del departamento Científico del Instituto Antártico Chileno (Inach).
¿Es normal este fenómeno? Jaña explica que las plataformas de hielo pierden masa en forma natural por medio de los desprendimientos de témpanos en su zona en contacto con el océano y también por el adelgazamiento del hielo que flota, pero extraordinariamente, y con alguna mayor recurrencia se ha verificado en las últimas décadas que se han producido eventos de desintegración de las plataformas (Larsen A y B), Wilkins, Wordie, Müller, en el sector de la península Antártica.
"Estos eventos se han correlacionado a impactos del cambio climático que en la zona exhibe el aumento de la temperatura del aire en unos 2.5°C a 3°C en los últimos 60 años y al aumento de la temperatura del agua del mar. Hay evidencia que la acumulación de agua sobre la superficie de las plataforma Larsen B provocó el colapso. Esa agua provino de eventos de derretimiento y el empozamiento de lagunas que potenció el agrietamiento y posterior colapso. El hielo es frágil y los esfuerzos y tensiones se propagaron abruptamente produciendo el desmembramiento", agrega.
El glaciólogo Gino Cassasa, cree que el adelgazamiento de la Larsen C es acelerado y que no escapa a la tendencia que ha experimentado la península Antártica. "El retroceso y pérdida de hielo ha sido muy acelerado en las últimas décadas, con desintegración rápida de las plataformas, sobretodo aquellas situadas en sectores más septentrionales de la península que están más afectados por el aumento de la temperatura", dice el investigador.
Nivel del mar
La investigación sobre la Larsen C, también aborda el impacto del derretimiento de los hielos en el nivel del mar. David Vaughan, glaciólogo y director de la Ciencia en BAS, señala que "cuando Larsen A y B se perdieron, los glaciares detrás de ellos aceleraron y ahora están contribuyendo una fracción significativa de la subida del nivel del mar de la totalidad de la Antártida".
Dice que para el 2100 esperan que el aumento del nivel del mar en todo el mundo sea de 50 centímetros, por lo que considera importante entender el impacto que tendrá la Antártica en este fenómeno.
Cristián Rodrigo, quien estudia los ambientes glaciomarinos, es decir, aquellas áreas donde un glaciar toma contacto con el agua de mar, opina el derretimiento de la Larsen C no tendrá un impacto significativo en el nivel del mar. "No creo, ya que las plataformas de hielo descansan sobre el mar y su volumen ya es parte del sistema océano. En ocasiones existe una conexión con glaciares del continente, en ese caso, puede que dinámicamente fluyan estos glaciares al mar y luego sus desprendimientos de hielo aporten agua al océano y contribuyan al ascenso del nivel del mar", señala este investigador de la U. Andrés Bello.
Cassasa, en tanto, estima que si se derritiera todo el hielo de los glaciares de la península antártica, el nivel global de las aguar podría ascender en cerca de 24 centímetros.
¿Qué se hacer para frenar estos fenómenos? Cristián Rodrigo, explica que "si consideramos que las actividades humanas tienen un impacto sobre el calentamiento global, habría que reducir las emisiones de CO2 y otros gases invernaderos, fomentar el uso de energías alternativas, cambiar el estilo de vida con un sentido más armonioso con el medio ambiente, entre otras".