La proliferación de las "megatorres" de departamentos o "guetos verticales" en Estación Central inició la discusión sobre la falta de regulación urbana que afecta a algunas comunas. En este contexto, la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) realizó un análisis en el que detectó la ausencia de un plan regulador en un tercio de las comunas del país, alcanzando 110 centros urbanos. Asimismo, identificó que, en promedio, la antigüedad de este tipo de instrumentos es de 17,3 años, y que el 60% de las urbes con más de 50 mil habitantes cuenta con una norma que supera una década de vigencia (ver infografía abajo).
Un plan regulador comunal fija un conjunto de reglas para el desarrollo y crecimiento de las ciudades, entre ellas, sus límites, el tipo de uso de distintas áreas (comercial, residencial, industrial), la estructura vial y las densidades de población de cada sector.
Según el estudio, existen casos como Quillota, cuya norma de planificación comunal data de 1965, o Quilpué, que está vigente desde 1971. También identifica una serie de grandes ciudades, cuyos planes fueron aprobados en la década del 80, como Iquique, Coquimbo y Valparaíso.
"Chile vive una crisis de planificación urbana que no ha sido abordada", dijo ayer el presidente de la CChC, Sergio Torretti. Agregó que "se debe revisar y modificar el marco normativo que regula el desarrollo de nuestras ciudades (...). Nos debemos preguntar cada cinco años, o menos, cuántas personas van a venir a vivir a nuestras comunas, y tener la capacidad de planificar para recibirlas: dónde, en qué espacio, con cuál densidad. Y también preocuparse por el equipamiento que tendrán esas áreas en salud, educación, seguridad, transportes y espacios públicos".
Si bien las autoridades reconocen que existe esta problemática, difieren del análisis de la Cámara. Al respecto, el Seremi de Vivienda de la Región Metropolitana (RM), Aldo Ramaciotti, dijo que "dependiendo de la perspectiva con que se analice el tema se pueden obtener distintas cifras. Pero lo preciso es que de las 52 comunas de la región, nueve de ellas, todas rurales, no tienen norma comunal". El secretario explicó, además, que en lo que se refiere a las comunas de la RM identificadas por el estudio sin este instrumento, "la aproximación de la CChC se hace a partir de la antigüedad u origen de éste. En aquellas áreas donde no hay norma comunal existe el Plan Regulador Metropolitano. Y en el caso de las comunas creadas más recientemente, como Estación Central, ellas heredaron los planes reguladores de las comunas originales, los que siguen vigentes hasta que se modifiquen".
Así también descartó que se repliquen situaciones similares a la de Estación Central en otras comunas. Al respecto, la ministra de Vivienda, Paulina Saball, explica que está en trámite un proyecto de ley cuyo "propósito es facilitar, generalizar y anticipar los procesos de participación ciudadana en la generación de instrumentos de planificación territorial. Incluiremos en este proyecto normas de planificación generales que resguarden siempre una adecuada calidad de vida urbana e impidan que vuelvan a repetirse casos como el de Estación Central".
Felipe Delpín, presidente de la Asociación Chilena de Municipalidades, asegura que existen dificultades para la creación y actualización de los planes reguladores. "En muchos municipios no hay recursos económicos para hacerlo, ya que la inversión para un plan regulador puede llegar a $ 60 millones. Se debe conseguir financiamiento del Serviu o los gobiernos regionales.
Además, es demoroso, porque hay que realizar consultas a los vecinos, contar con la aprobación del Serviu, el concejo municipal y la Contraloría", afirma.
Posibles soluciones
Según la Cámara Chilena de la Construcción, las soluciones a los problemas de planificación urbana pasan por implementar las propuestas del Consejo Nacional de Desarrollo Urbano (CNDU), ente asesor de la Presidenta en la materia, y la creación de una autoridad metropolitana para las conurbaciones como Santiago.
Al respecto, el presidente del CNDU, Luis Eduardo Bresciani, afirma que "los planes reguladores deben ser complementados con planes de inversión y desarrollo de infraestructura. En este sentido, es fundamental la creación de un gobierno metropolitano con facultades para administrar estas inversiones, de lo contrario las decisiones quedan al arbitrio de decenas de alcaldes, que no necesariamente trabajan de forma coordinada".