En algún punto del mapa europeo, el director noruego Terje Mikkelsen dice encontrar el territorio común entre rusos y escandinavos. Para él, la capital noruega de Oslo y la gran ciudad rusa de San Petersburgo comparten el mismo aire, tienen equivalente latitud y miran a las estrellas de forma similar. Es más, en tal ecuación entra también Moscú, donde él dirige la agrupación The State Academics Symphony Orchestra of Russia, una de las más prestigiosas del país.
Frente a este gran conjunto creado en 1936 bajo el nombre de Orquesta Sinfónica del Estado de la URSS, Mikkelsen se presentará el lunes 20 de abril a las 20.30 horas en el Teatro CorpArtes. Será un concierto en el estilo Mikkelsen. Es decir, con repertorio ruso, checo y, claro, noruego. "Empezaremos con la Primera rapsodia noruega de Johan Halvorsen. Es un compatriota, que murió en 1935, posterior a Tchaikovsky, y capaz de escribir extremadamente bien, siempre en un estilo romántico. Acabamos de ensayar algunas piezas con la orquesta y los músicos lo aman", cuenta desde Oslo.
La pequeña obra de Halvorsen será el aperitivo de una extensa presentación que incluye el Concierto para chelo del checo Antonin Dvorak y la popular Cuarta sinfonía de Piotr Ilich Tchaikovsky. "Una de las ventajas de ser director de orquesta es que uno siempre puede cambiar un poco las cosas. Todo el mundo sabe cómo suenan Dvorak y Tchaikovsky, pero yo quiero agregar una mirada diferente. La gente que vaya al concierto en Chile no irá a escuchar un disco. Por el contrario, apreciará una auténtica presentación en vivo", explica Mikkelsen.
En sus 79 años de historia la State Academics Symphony Orchestra of Russia se ha presentado en los más importantes escenarios del mundo, incluyendo el Avery Fisher Hall de Nueva York, el Musikverein de Viena y, por supuesto, el Palacio Estatal del Kremlin. Sus clásicos discos publicados bajo el sello soviético Melodiya son hoy objeto de colección, particularmente las sinfonías de Tchaikovsky conducidas por Evgeny Svetlanov.
"Yo conocí a esta orquesta en los años 70, y ya en ese tiempo me pareció sensacional. Tenía una gran identidad creada por Svetlanov y puedo decir que esa gran tradición rusa continúa", detalla Mikkelsen.
Hombre de amplios horizontes musicales, Mikkelsen registró en el 2012 el disco Three Fates Project junto a Keith Emerson, ex tecladista de Emerson, Lake and Palmer. "Grabamos el disco en Alemania, con la Orquesta Sinfónica de la Radio de Munich. Fue una mezcla curiosa de Emerson, sus músicos de California y los profesores de la orquesta, gente educada en la tradición clásica alemana", cuenta.
Y agrega: "Para mí Keith Emerson tiene el mismo valor que pianistas como Artur Rubinstein o Vladimir Horowitz. He conocido una gran cantidad de músicos que supieron de Tchaikovsky, Mussorgsky o Aaron Copland en los arreglos de Emerson, Lake and Palmer".