"Nos estábamos levantando para ir a almorzar en familia a la costanera de Quellón, para celebrar la Navidad, cuando empezó todo. Fue muy fuerte y largo e hizo que se cayeran todas las cosas de los muebles", relata Andrés Lorca, kinesiólogo de Quellón, describiendo el abrupto cambio que tuvieron los chilotes a las 11.23 de ayer, producto del terremoto 7,6 Richter que afectó la zona sur del país, desde la Región del Biobío hasta Aysén.
"En mis 46 años de vida nunca había vivido un terremoto tan fuerte", agregó la pescadora Denisse Alvarado. Esto, porque hace 56 años que la zona no registraba un sismo de similar magnitud, tras el terremoto 9,6 de Valdivia, el más fuerte del que se tenga registro.
El epicentro del sismo de ayer se situó 67 km al noroeste de la zona de Melinka, en la Región de Aysén, y su mayor intensidad se produjo en la zona sur del archipiélago de Chiloé, en Los Lagos, donde hubo corte de suministro eléctrico, diversas alteraciones en la Ruta 5 Sur, un puente cortado, entre otros daños aislados. Sin embargo, no se registraron víctimas fatales ni damnificados.
"En cuanto al nivel de afectación, no hubo desgracias personales producto del movimiento telúrico. En relación a la situación del suministro eléctrico, fueron afectados 20.897 clientes en la provincia de Chiloé, de los cuales 11.727 corresponden a Castro, 8.603 a Quellón y 567 a Chonchi", dijo el director de la Onemi, Ricardo Toro.
Seis minutos después del terremoto, el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada (Shoa), dio una alerta de tsunami para los sectores costeros de la Región de Los Lagos, mientras que para las regiones de Biobío, La Araucanía, Los Ríos y Aysén, advertía estado de precaución. Sin embargo, las alertas fueron disminuyendo conforme pasó la mañana, tras algunos cambios en el horario de la llegada de las olas, lo que generó confusión respecto de la gravedad de la alerta. Pese a ello, el mar tuvo una variación de marea de entre 10 a 20 cm.
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A las 12.47, el Shoa cambió el estado de alerta a precaución para la Región de Los Lagos y dejó al Biobío libre de toda alerta. Dos horas más tarde, se cancelaron las advertencias en todas las regiones afectadas y pasadas las 15 horas, las localidades afectadas comenzaban a recuperar la normalidad.
De todos modos, mientras se mantuvo la emergencia, evacuaron alrededor de 15.300 personas en todas las zonas afectadas, donde el grueso se concentró en Los Lagos, con 12.744 personas. Además, se detuvo el trabajo del canal de Chacao momentáneamente y se suspendió el tránsito marítimo entre Corral y Niebla, en Los Ríos.
Durante la tarde llegaron hasta la zona de Chiloé la ministra secretaria general de gobierno, Paula Narváez, y el titular de Obras Públicas, Alberto Undurraga, para evaluar en terreno los daños del sismo. "Efectivamente, hemos vivido un sismo de gran magnitud, pero hemos tenido la capacidad, tanto en el gobierno como en la comunidad, de reaccionar de muy buen manera y eso ha permitido que hoy no tengamos ninguna vida que lamentar", indicó Narváez a su arribo a la zona.
Réplicas por varios meses
Hasta el cierre de esta edición se habían registrado 28 réplicas en Melinka y Quellón, las que, según el Gabriel González, investigador del Departamento de Ciencias Geológicas de la U. Católica del Norte (Cigiden), "se podrían extender por varias semanas y meses". Agregó que el evento de ayer fue un terremoto por subducción entre las placas de Nazca y Sudamericana (ver infografía).
Según Sergio Barrientos, director del Centro Sismológico Nacional de la U. de Chile (CSN), un evento de esta magnitud genera réplicas que van de 1° a 1,5° menores que el evento predecesor, por lo que es esperable réplicas del orden de hasta los 6 o 6,5°. Las principales se producirán por espacio de dos a tres días, plazo después del cual irán desapareciendo.