Los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos provocaron un cambio radical en las medidas de seguridad aeroportuaria y cada intento de ataque en los últimos 10 años ha añadido un nuevo régimen de control a los ya existentes. Los zapatos se deben sacar al pasar por seguridad, laptops y teléfonos celulares deben estar a la vista, los líquidos están restringidos, los nombres deben ser exactos y, ahora último, los pasajeros son sometidos radiografías de cuerpo entero.
Sin embargo, ataques como el del miércoles en Londres, en el que un hombre atropelló y mató a tres personas, además de provocar 40 heridos, para después apuñalar con un cuchillo a un policía, reflejan un cambio en los ataques terroristas. Además, confirmó un patrón que ya se vio en julio del año pasado en Niza, cuando un camión atropelló a 86 personas que celebraban el Día de la Bastilla. Y recordó también lo que ocurrió en Berlín en diciembre, cuando un camión embistió un mercado navideño y mató a 12 personas.
¿Son los atropellos la nueva forma de terrorismo? ¿Se puede detener a un camión en un espacio abierto? Esas son algunas de las preguntas que surgieron luego de lo ocurrido en Niza, Berlín y Londres.
Todos estos ataques han sido reivindicados por el Estado Islámico. Según el grupo de inteligencia que rastrea actividad yihadista, SITE, los partidarios del grupo yihadista celebraron el ataque londinense. "El Estado Islámico vio un potencial en este tipo de ataques y los ha incitado", dijo al diario The Wall Street Journal, Rita Katz, director ejecutiva de SITE.
El Estado Islámico ha publicado una guía para realizar ataques con vehículos, citando la gran cantidad de muertos en Niza. "Los vehículos son como los cuchillos, porque son extremadamente fáciles de conseguir", dice esta guía, entregada al diario estadounidense por SITE. "Pero a diferencia de los cuchillos, que si son encontrados en posesión de una persona pueden levantar sospecha, los autos no levantan ningún temor debido a su uso masivo en el mundo", añadió.
Raffaello Pantucci, experto contraterrorista del centro de estudios Royal United Services Institute ha dicho que los autos se han convertido en la elección porque las "personas copian el éxito".
El diario The Guardian señala que otra de las razones por las que usan un vehículo es porque los servicios de seguridad en Europa tienen sistemas sofisticados que los alertan cuando alguien compra armas o explosivos, por lo que es más fácil comprar un auto.
"Este tipo de ataques ponen a los servicios de seguridad en grandes dificultades. El problema es que si una persona está determinada a cometer un ataque y quitarse su vida en el proceso, entonces es bastante fácil arrendar un auto o un camión y comprar unos cuchillos. La inteligencia está tratando de identificar a cualquier clase de individuo que tenga esa intención. Creo que tratar de contener a un grupo (como el Estado Islámico) mediante la militarización es equivocado y es probable que haya más radicalización", dijo a La Tercera, Paul Rogers, experto de contraterrorismo de la U. de Bradford.
El corresponsal de Interior de la BBC, Dominic Casciani, señaló en una columna de la BBC que si se "quiere vivir en una sociedad abierta y libre, entonces ninguna infraestructura de seguridad puede remover todos los riesgos".
Sin embargo, advierte que Estados Unidos, Israel y Reino Unido se encuentran entre las naciones que lideran en protección de los espacios públicos con el desarrollo de medidas que van desde barreras gigantes hasta cambios sutiles en las calles que no son notados por los ciudadanos.
Por ejemplo, las rejas del Parlamento de Westminster en las que se estrelló el auto que conducía Khalid Massood el miércoles están diseñadas para contener el impacto de un camión. No obstante, a menos de 100 metros de ese lugar se encuentra lo que se conoce como Whitehall -que alberga a gran parte de los ministerios del gobierno británico- y en donde no hay rejas, pero eso no quiere decir que no hayan barreras. Estas fueron hechas del mismo material del edificio, entonces parecen como parte de la infraestructura.
En 2012, el Instituto Real de Arquitectos Británico dio a conocer una guía para diseñar pensando en el contraterrorismo y que el país no pareciera una cárcel.
Pero no todos siguen el camino de la sutileza, ya que tras el ataque de Berlín las autoridades de la ciudad dijeron que levantarían más barreras.
"Inevitablemente habrá un grado de revaluación sobre el espacio abierto público después de Berlín. Creo que ocurrirá en todo Europa. El enfoque británico siempre ha sido poner un grado de protección. Se puede pensar en incrementarlo, pero se puede hacer de forma discreta", dijo al diario The Guardian, Ruth Reed, directora del Instituto Real de Arquitectos Británico.
En una columna el analista del Royal United Services Institute , Jonathan Eyal señaló que los servicios de seguridad en Reino Unido y en muchos otros países europeos van a revisar ahora de forma urgente sus medidas preventivas para limitar el potencial destructivo de ataques como el de Londres. Es por eso que advierte que ahora es posible esperar muchas más restricciones en todos los vehículos en áreas donde se reúna gran cantidad de personas, así como también obstáculos en el pavimento en lugares clave".
"El Estado Islámico le está diciendo a sus miembros que vuelvan a sus países para que cometan estas atrocidades", dice a La Tercera la ex agente del MI5, Annie Machon.