Dos días quedan para que comience el Francia el principal campeonato de fútbol europeo, que convocará a miles de personas para ver la jornada inaugural donde se enfrentará el dueño de casa frente a Rumania.

Esto ha generado una especial preocupación por parte de las autoridades, debido a que esa congregación de personas -que se espera sea en torno a los ocho millones- podría parecer un blanco especial para los grupos yihadistas. Estados Unidos y Gran Bretaña, incluso han expresado su temor a que en los estadios, transportes y en las "fan zones", donde se reunirán miles de franceses y extranjeros, sean atacados por el "Estado Islámico".

TEMOR A UN ATENTADO
El miedo que envuelve al país galo se justifica por los atentados yihadistas de enero y noviembre de 2015 en París, por lo que las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia han movilizado todos sus medios para evitar un ataque.

El ministro del Interior Bernard Cazaneuve reiteró que el gobierno de su país se encuentra haciendo todo lo posible para evitar un atentado durante la Eurocopa. A finales de mayo, el grupo yihadista Estado Islámico (EI) prometió "un mes de calamidades para los no creyentes en todas partes" coincidiendo con el mes del ramadán.

Durante la Eurocopa se desplegarán cerca de 90.000 policías, gendarmes y agentes de seguridad en los estadios y las 'fan zones', un "esfuerzo sin precedentes", según el gobierno, que también está preparado para posibles enfrentamientos entre hooligans en partidos considerados de alto riesgo como el Alemania-Polonia o el Inglaterra-Rusia.

Por otra parte el gobierno lanzó el miércoles una aplicación para teléfonos móviles llamada "Alerta atentado" que avisa a la población en caso de que ocurra algún hecho de este tipo. La aplicación está disponible en francés en inglés y también permite avisar a las autoridades "en caso de sospechas de atentado" o de sucesos excepcionalmente graves.

MANIFESTACIONES
Sin embargo, la principal preocupación de las autoridades son los movimiento sociales a los que se ha enfrentado el país en las últimas semanas, debido a la reforma laboral que está impulsando la administración de François Hollande.

Esto se ha manifestado en protestas en algunos medios de transporte y de los basureros, que podría seguir afectando a la capital.

Este miércoles los tres principales centros de tratamiento de basuras de las afueras de París volvían a estar bloqueados por los manifestantes por décimo día consecutivo.

La consecuencia es que en las calles de París ya empiezan a verse montones de basuras sin recoger, una imagen desastrosa para Francia a pocas horas del evento deportivo.

Por su parte sigue el conflicto en la SNCF, la compañía ferroviaria pública, por la organización del tiempo de trabajo. La circulación de trenes seguía perturbada este miércoles, con los trenes que conectan París con las afueras llenos a rebosar.

Tras largas negociaciones y la decisión del gobierno de echarse atrás en su reforma, existe un proyecto de acuerdo pero que todavía tiene que ser firmado por los sindicatos.

También en el sector de los transportes siguen las negociaciones en Air France para intentar evitar una huelga convocada entre el 11 y el 14 de junio por cuestiones salariales.

INUNDACIONES
En los últimos días Francia también se ha visto afectada por inundaciones que dejaron cinco muertos y por tormentas que el miércoles seguían activas en el norte del país.

El Consejo de Ministros francés reconoció hoy el estado de catástrofe natural en 782 municipios, lo que abre la vía a una indemnización más rápida de los afectados.

La Asociación Francesa de Seguros (AFA) indicó ayer que las inundaciones que afectaron en los últimos días al norte de Francia, y en particular a la región de París con el desbordamiento del río Sena y de algunos de sus afluentes, tendrán un coste para las aseguradoras de entre 900 y 1.400 millones de euros.