La familia del nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab, de 23 años y acusado de intentar atentar contra un avión que volaba de Amsterdam a Detroit con más de 270 pasajeros a bordo, dijo que el joven "desapareció" y dejó de comunicarse con ellos antes del suceso ocurrido el pasado viernes.

Las declaraciones de la familia de Abdulmutallab, transmitidas a través de un comunicado, se produjeron anoche después de que los Servicios Nacionales de Seguridad de Nigeria (SSS, sus siglas en inglés), registrara la residencia de familiar en Funtua, en el estado norteño de Katsina, durante varias horas.

El padre de Abdulmutallab, un importante banquero de Nigeria, confirmó en el comunicado que la familia informó a las autoridades locales y a las fuerzas de seguridad internacionales el cambio en el comportamiento de su hijo, que poco antes del incidente se encontraba estudiando en el extranjero.

"Antes del suceso, su padre, que comenzó a preocuparse por su desaparición mientras estaba en el extranjero, informó sobre la situación a las autoridades de Nigeria hace unos dos meses, y a las fuerzas de seguridad internacionales hace un mes y medio, y luego les pidió ayuda para intentar encontrar a Abdulmutallab", explica el texto.

"Les dimos toda la información que nos pidieron para encontrarle, y teníamos esperanzas de que así lo hicieran y que lo trajeran de vuelta a casa, y mientras esperábamos a recibir algún resultado de las investigaciones, nos enteramos de la espeluznante noticia", detalla el comunicado.

Según la familia, "la desaparición de Abdulmutallab (...) fue un suceso extraño que no coincidía con su personalidad, puesto que anteriormente Farouk nunca había mostrado una actitud desobediente que pudiera haber causado preocupación".

"En cuanto comenzamos a preocuparnos, pedimos ayuda", han precisado los familiares.

En el comunicado, que según anunció la familia será el único que emitirán para expresar su punto de vista, han declarado que "cooperarán totalmente con las agencias de seguridad locales e internacionales" en sus investigaciones.

El gobierno de Nigeria, que ordenó el pasado sábado que se iniciara una investigación del incidente, intenta desvincularse del sospechoso, quien según las autoridades nigerianas no residía en el país y sólo entró en el territorio nacional el pasado jueves para partir el mismo día.