El gobierno estadounidense descartó la idea de acuñar una moneda de un billón de dólares que permitiría evitar una nueva crisis política por el tope de la deuda.
"El Departamento del Tesoro, al igual que la Reserva Federal, estiman que la ley no puede o no debería ser usada para facilitar la producción de monedas de platino para evitar subir el límite legal de la deuda", indicó en un comunicado Anthony Coley, portavoz del Departamento del Tesoro.
Coley descartó una teoría económica basada en el hecho de que el Tesoro puede emitir sin límites monedas de platino con fines conmemorativos.
Desde el 31 de diciembre, la deuda del Estado federal roza los 16,394 billones de dólares por lo que el Estado puede seguir funcionando hasta finales de febrero.
Tras esta fecha Estados Unidos podría caer en una cesación de pagos si este límite del endeudamiento no es ampliado.
El Tesoro ha pedido formalmente al Congreso que suba este tope, pero la oposición de los republicanos, que son mayoría en la cámara baja, exigen a cambio que se efectúen recortes en el gasto público.
Esta emisión permitiría evitar que se repita la crisis política de 2011 cuando el Congreso esperó hasta último minuto para aumentar el tope de la deuda, lo que generó nerviosismo en los mercados financieros.
Esta idea se basa en que el Tesoro puede emitir monedas de platinio con fines conmemorativos sin un límite.
Entonces, las autoridades podrían acuñar una pieza de un billón de dólares y colocarla en un depósito en la Reserva Federal (banco central, Fed) para intercambiarla por el equivalente en bonos estadounidenses.
La propuesta, en cierta forma de broma lanzada recientemente por el premio Nobel de Economía Paul Krugman para resolver el problema del techo de la deuda, suscitó una tormenta en Estados Unidos e incluso llevó a los legisladores republicanos a presentar un pedido para oponerse a la idea.