En una nueva audiencia del juicio que se sigue en contra del autor confeso de los atentados de Noruega de julio del año pasado, Anders Behring Breivik, hablaron testigos que detallaron el poder destructivo de la bomba utilizada por el ultranacionalista en el centro de Oslo, donde murieron ocho personas.

El primero en entregar su testimonio fue Tor Inge Kristoffersen, guardia de seguridad en el barrio de los ministerios recordó cómo el día del atentado, observó una camioneta blanca estacionar a los pies de la  torre que alberga las oficinas del primer ministro e inició las verificaciones habituales con la ayuda de cámaras de vigilancia.

Dijo que cuando hizo un zoom sobre la patente, el auto "explotó". El guardia se encontraba entonces en el centro de operaciones que se ubica en el sótano del edificio. "La mitad de las imágenes  desaparecieron de nuestras pantallas porque las cámaras fueron destruidas en la  explosión", agregó. "Hubo un enorme rugido (...) el techo encima de nuestras cabezas empezó a  moverse como una ola, como si fuera agua", dijo.

Antiguo militar, el vigilante siguió trabajando en el barrio de los  ministerios después del atento y comparó el lugar en "una zona de guerra".

En las semanas que siguieron los ataques, hubo críticas al hecho de que se  puede estacionar un vehículo a los pies mismos del centro neurálgico de las  autoridades.

Durante su testimonio, Kristoffersen recordó que la obra, planteada desde  2006, estaba en curso para prohibir la circulación en la calle que lleva al  edificio pero que mientras tanto los vehículos "mal aparcados" eran frecuentes  en ese lugar.

A partir de una reconstrucción y de simulaciones, Svein Olav Christensen,  ingeniero del ministerio noruego de Defensa especialista de explosivos, explicó  luego al tribunal que la bomba de Breivik había liberado una energía comparable  al equivalente de entre 400 y 700 kg de TNT. "La carga principal es fácil de fabricar", dijo. Pero "el detonador es más  difícil", añadió.

Hecha a base de fertilizante, diesel y aluminio, la bomba de 950 kg dejó  ocho muertos y decenas de heridas entre los transeúntes y los empleados de los ministerios.