Hace casi dos años, Juan cayó desde una torre de alta tensión, mientras realizaba labores de cableado en el norte del país. Quedó tetrapléjico: no puede mover ni brazos ni piernas. Sólo tiene control de su cabeza.
Pero una nueva tecnología, desarrollada por expertos chilenos, le está dando una autonomía que creía perdida para siempre. Se trata de NanoEMG, un cintillo que interpreta las señales del músculo de la ceja de los pacientes y que actúa como un control remoto con el que pueden manejar el interruptor de la luz, encender o apagar la TV, cambiar de canales y activar el timbre de las enfermeras si requieren su asistencia.
En la creación del dispositivo, que duró casi un año, participó el Hospital Clínico de la Mutual de Seguridad y expertos de la U. de Chile.
Ya están listas las cinco primeras unidades de este prototipo, de un total de 20 que llegarán a la Mutual. Con el tiempo, se espera que esta solución se pueda expandir al resto del país y el mundo.
Humberto Lühr, subgerente de Mantención de Equipos Médicos del Hospital Clínico de la Mutual de Seguridad, explica que todo partió porque los pacientes tenían dificultades para llamar a las enfermeras. "Lo que hay en el mercado es una especie de interruptor neumático que el paciente puede operar con la cabeza o apretando los dientes".
Entonces se contactó con Claudio Tapia quien, además de ser kinesiólogo y biofísico, estaba realizando un doctorado en la U. de Chile. "Lo que creamos es una interfaz hombre máquina: un dispositivo electrónico que conecta el músculo, un tejido biológico, con un aparato como un televisor o el timbre de la enfermera", dice.
Aunque podría programarse para más cosas, como abrir o cerrar la puerta de un refrigerador hasta enviar correos electrónicos.
Para lograr esta interacción, Tapia creó -junto al ingeniero Manuel Toledo- un nano electromiógrafo (NanoEMG) de alta resolución.
La electromiografía es una técnica que se usa para evaluar y registrar la actividad eléctrica que producen los músculos del cuerpo cuando se contraen y relajan. Este Nano EMG, que cabe en palma de la mano y que está incorporado en un cintillo, es inalámbrico. "No está conectado al paciente. Y dentro de una habitación tiene un sistema de transmisión de 15 metros y de 40 al exterior", concluye Tapia.