Rose Nylund, Dorothy Petrillo y Blanche Devereaux, los personajes centrales de la serie Los años dorados (The Golden Years), deben estar considerando mudarse a Texas. Ello, en vista de que es el estado de la Estrella Solitaria, y no Florida, como lo fue en los 80 y 90, el nuevo destino preferido de los jubilados estadounidenses. Y los responsables de este giro son las temperaturas benignas, el ambiente en la costa del Golfo de México y, por sobre todo, el costo de vida mucho más bajo.

En estados del llamado Cinturón del Sol, como Florida, Nevada y Arizona, duramente golpeados por la recesión, y en California, donde el costo de la vida es muy caro, son más las personas que se marchan a vivir a otras regiones que las que llegan para quedarse. Así, Florida publicó recientemente cifras poblacionales que muestran un declive de 57.000 personas entre marzo 2008 y marzo 2009, la primera disminución anual desde la década de 1940.

Por el contrario, se estima que en 2009, sólo por migración, la población de Texas crecerá en 150 mil personas. Y responsable en parte de esta afluencia son las fuertes campañas publicitarias promoviendo vivir en esa región, así como la apuesta por establecer comunidades de retiro de alta calidad.

Texas, con una población de 25 millones de habitantes, es uno de los estados que han capeado mejor la actual tormenta económica, gracias a una crisis anterior de la industria petrolera que dejó a los bancos locales demasiado débiles para apostar las hipotecas de viviendas, causantes del estallido de esta recesión.

Los bajos precios y la frontera
Allí se registran algunos de los costos más bajos del país en cuanto a vivienda, bencina y alimentación, y aun cuando está el problema de que las distancias son muy largas y que el transporte público es malo, la gran variedad de centros médicos y hospitalarios, desde Houston  hasta Valle del Río Grande, al otro lado del río Bravo, amortigua ese punto en contra.

Además, entre las desventajas están los bolsones de pobreza, los tranques en las autopistas, los huracanes y la humedad sofocante de algunas zonas. Pero en Florida no están libres de esos problemas y California tiene el inconveniente de los terremotos.

Pero Texas también tiene el beneficio de ser estado fronterizo con México, con lo que no son pocos los jubilados que en forma periódica viajan al país vecino a comprar medicamentos a precios más convenientes.