El Gobierno de Margaret Thatcher (1979-1990) evaluó la posibilidad de retirar a las selecciones británicas del Mundial de España de 1982 por temor a que jugaran ante Argentina -con la que el Reino Unido estaba en plena guerra por la posesión de las islas Malvinas- y provocar conflictos que escaparan a lo deportivo.
Así lo revelan documentos oficiales de la época que fueron desclasificados. En síntesis, el Gobierno de la "Dama de Hierro" veía con cierta alarma que un partido entre Argentina ante cualquiera los tres equipos británicos (Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte) pudiera derivar en problemas fuera del campo de juego.
Principalmente, se temía por la posibilidad de que se produjeran incidentes violentos, pues por entonces los "hooligans" ingleses representaban un serio problema.
"La crisis de las islas Malvinas podrían inflamar los sentimientos de los seguidores (no necesariamente solo británicos", expresó en ese instante Lord Nicholas Gordon Lennox, un alto funcionario de la diplomacia, de acuerdo a medios ingleses.
Por otro lado, un documento firmado por el ministro de Medio Ambiente (y responsable del deporte), Michael Heseltine, también se refirió al asunto, aunque defendió el espíritu deportivo. "Las consecuencias financieras de la retirada son considerables para las tres Federaciones de Fútbol. Podría haber una prohibición para la competencia del Mundial de 1986, una fuerte multa de la FIFA, la posibilidad de una compensación, la cancelación de viajes y reservas de alojamiento", escribió Heseltine.
Además, Heseltine manifestó que retirar a los equipos británicos sería considerado como un boicot deportivo y una victoria "moral" para los militares argentinos: "En la actual situación internacional, creo que los ministros pueden seguir argumentando con fuerza que Argentina es el país agresor", escribió el entonces titular de Medio Ambiente.
Sin embargo, expuso que el gobierno de Thatcher "tiene que estar preparado si la situación empeora".
En el Mundial de España, ninguno de los tres equipos británicos llegó a enfrentarse con Argentina. El conflicto de las Malvinas se extendió entre el 2 de abril, día del desembarco argentino en las islas, y el 14 de junio de 1982, fecha acordada del cese de hostilidades. Causó la muerte de 649 argentinos y de 255 británicos.