"Psicosis, Alien, Diabolique, y ahora, The Babadook", escribió William Friedkin, el legendario director de El exorcista, en su cuenta de Twitter. "Nunca he visto una película más aterradora que ésta. Los asustará tanto como a mí".
De todos los aplausos que ha recibido la pequeña cinta australiana, el debut como directora de la actriz Jennifer Kent, quizás no haya uno mejor que ese: que uno de los maestros del cine de terror, alguien que le dio pesadillas a generaciones de espectadores, no sólo incluya a The Babadook en su podio personal del miedo, sino que la recomiende; de hecho, Friedkin, al ver las pocas salas en que la cinta se estrenó en Estados Unidos, la está apadrinando para tener más exposición.
Eso se suma a críticas llenas de asombro por parte de The New York Times o New York Magazine (en esta última, es candidata a ser de los mejores estrenos del año). El glorioso camino de The Babadook desde la independencia hasta la gloria masiva se coronó la semana pasada, cuando el Círculo de Críticos de Nueva York le dio el premio a mejor opera prima.
La cinta se mueve lejos de lo efectos especiales y los ruidos repentinos y el exceso de sangre: la simpleza es su mejor aliado.
The Babadook es la historia de Amelia (Essie Davis) y su hijo de siete años Sam (Noah Wiseman, un hallazgo), el que es inquieto, conflictivo en el colegio, y una carga compleja de manejar. Sobre todo, ya que Amelia vive en una especie de eterno duelo desde que su marido murió cuando la llevaba a dar a luz al hospital. Una noche, leen un libro antes de dormir llamado The Babadook, con un oscuro personaje. Pronto Sam dirá que el monstruo está en la casa, y en noches sin dormir, ruidos extraños y un libro que no se puede destruir, la película se transforma en una historia de atmósferas, suspenso, pesadumbre y terror. Como en pocas cintas de horror actuales -un género prolífico, rey de la taquilla y favorito de las audiencias chilenas-, los personajes no son caricaturas, y el terror se mezcla con el dolor de la pérdida y el lado oscuro y difícil de la maternidad.
"Veo muchas películas de terror, a pesar de la constante desilusión. No creo que muchos de los directores haciendo terror hoy sepan cuánto vale, o se den cuenta del potencial del género. No porque sea una película de miedo, significa que no puede tener profundidad" dijo Kent en en una entrevista a la New York Magazzine. La cinta aún no tiene distribuidor internacional, así que todavía no llegará a Chile.