Dos de las mujeres más brillantes de la pantalla chica están a punto de volver a resolver crímenes; son también las más atormentadas. Este jueves, a las 22 horas, FX estrena la segunda temporada de The Bridge, con Diane Kruger interpretando a Sonya Cross, una policía de Texas que tiene asperger y no sabe establecer el contacto visual correcto ni filtrar lo que está pensando para adecuarse a los códigos sociales. Y, en agosto, Netflix trae la cuarta temporada y final de The Killing, donde la actriz Mireille Enos -nominada al Emmy y al Globo de Oro por el papel- es la detective Sarah Linden, quien a pesar de tener impecables instintos para saber qué no encaja en la investigación de un homicidio, se obsesiona tanto con proteger a las víctimas que termina al borde del colapso mental y perdiendo la custodia de su hijo.

Este podría ser un trío de mujeres brillantes, pero con trastornos psiquiátricos, si le sumamos a Carrie Mathison, el papel de Claire Danes en la serie Homeland -que volverá por una cuarta temporada en el segundo semestre-: una de las más capaces agentes de la CIA, que es bipolar.

Estas mujeres son de las más capaces del mundo de las series, pero unidas crean una tendencia curiosa: así como Dr. House era adicto, o Don Draper, de Mad Men, es alcohólico, entre muchos antihéroes de la nueva televisión, en el mundo femenino la tendencia de un protagónico lleno de fallas va, últimamente, acompañado de poca sanidad mental. No son adictas como sus contrapartes masculinos, están, clínicamente, trastornadas.

En The Bridge, el personaje de Diane Kruger encuentra la empatía y conexión que le hace falta en su contraparte, el detective Marco Ruiz, interpretado por Demian Bichir. La serie está basada en una producción nórdica que mostraba los problemas fronterizos entre Dinamarca y Suecia; la adaptación norteamericana se centra en la frontera estadounidense y mexicana y los crímenes de Ciudad Juárez. En este ciclo, Ruiz debe lidiar con la muerte de su hijo, mientras el personaje de Diane Kruger se enfrenta a alguien que puede revelar secretos de su pasado.

En The Killing, Sarah Linden también tiene a un compañero de labores que la protege en su fragilidad, el detective Holder (Joel Kinnaman). Aunque la serie ha sido varias veces cancelada, Netflix la resucitó para una última entrega -a estrenar el 1 de agosto-, donde los protagonistas deben lidiar con haberse manchado las manos de sangre en el ciclo anterior, y también investigarán un crimen en las Fuerzas Armadas.