El prestigioso semanario británico The Economist publicó hoy un artículo respecto al conflicto educacional que se vive en Chile, que se prolonga por casi tres meses.

En la nota, titulada "Queremos el mundo: Una prueba de fuerza entre los estudiantes y el gobierno", se hace mención a los "cacerolazos" producidos en los últimos días, recalcando que esa forma de protesta no se veía desde el régimen militar.

Sin embargo, la publicación se centra en analizar el sistema educacional chileno, que -según el texto- "esconde enormes disparidades".

En ese sentido, destaca que las personas de mayores recursos económicos reciben una educación privada y de buena calidad. Sin embargo, la revista cuestiona que "los pobres están condenados" a la falta de financiamiento y a la "dilapidación" de las escuelas que son financiadas por el Estado.

Bajo ese contexto, el artículo hace referencia a las "grandes desigualdades" existentes en la sociedad chilena, "a pesar de su progreso en reducir la pobreza durante los últimos 25 años", uno de los factores que es sindicado con mayor fuerza como el responsable del sistema educacional.

"Los niños de los elegantes suburbios estudian en esos suburbios, van a la universidad en esos suburbios, consiguen empleos como ejecutivos de compañías en esos suburbios y dan trabajo a los amigos de las escuelas a los que ellos mismos fueron", dice Mario Waissbluth -fundador de Educación 2020-, quien es citado.

Al respecto, el texto plantea que "el gobierno de centro-derecha del Presidente Sebastián Piñera está de acuerdo; Chile heredó de la dictadura un sistema de voucher, en el que el gobierno paga al colegio que los padres eligen".

Por otra parte, si bien la revista menciona las propuestas presentadas por el ministro Felipe Bulnes -en respuesta al petitorio de los estudiantes secundarios y universitarios-, el texto enfatiza en que "cualquier posibilidad de que eso resolvería la disputa se vio frustrada cuando el gobierno prohibió las protestas en la Alameda".

"Es poco probable que los estudiantes ganen sus demandas completamente. Pero ellos han dañado al señor Piñera, quizás permanentemente", concluye la publicación, en la que se menciona el bajo respaldo recibido por el Mandatario en la última encuesta CEP.