La primera secuencia de The Young Pope deja en claro el tono poco convencional de la historia: el joven Papa Lenny Belardo (Jude Law) emerge desde una pila de bebés durmiendo hacia la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Despierta abruptamente para darse cuenta que es un sueño, y en una extensa secuencia se prepara para dar su primera homilía al público. En un incendiario discurso, primero reprime a la gente por olvidarse de Dios, pero luego llama al aborto y el matrimonio gay, frente a una asombrada audiencia. Allí es cuando despierta de nuevo: seguía soñando.
El excéntrico estilo de su creador, director y guionista, Paolo Sorrentino, está muy marcado en The Young Pope, una historia en donde abunda tanto la ironía y el humor negro, como el simbolismo y el existencialismo, y que se estrena este domingo a la medianoche por Fox 1 (475 VTR, 647 Movistar).
El concepto que plantea el italiano, ganador del Oscar por su película La gran belleza (2013), puede resultar engañador: Lenny Belardo, quien adopta el nombre Pío XIII, es un estadounidense recién elegido Papa, que a sus 47 años es el más joven en siglos. Eso podría indicar un hombre con ideas nuevas y liberales, pero el nuevo pontífice está lejos de eso; fuera de algunos detalles de personalidad, como que fuma dentro del Vaticano y sólo toma Coca Cola Zero de cereza, Belardo es en extremo conservador y está a favor de revivir las prácticas y tradiciones más arcaicas de la Iglesia -en una escena manda a recuperar la tiara papal, que no se usa desde 1963, desde un museo-. No ayuda en su popularidad dentro del Vaticano que además sea arrogante, tenga poco respeto por la jerarquía eclesiástica -fuera de su propia autoridad- y disfrute humillando a sus subordinados.
Belardo resulta ser una figura casi tiránica y manipuladora, buscando hacerse del mayor poder posible dentro del Vaticano, aunque sus motivaciones son un misterio. La historia incluso es ambigua sobre si el protagonista realmente está convencido de su misión religiosa, o sólo utiliza la fe para su propio beneficio.
Junto con centrarse en su enigmático protagonista, la serie también ahonda en los juegos de poder y la política del Vaticano. La elección de Belardo como pontífice fue orquestada por el cardenal Angelo Voiello (Silvio Orlando), secretario de estado del Vaticano, pensando que su relativa juventud haría al Papa fácilmente manipulable, por lo que al darse cuenta de su error, se establecerá una tensa rivalidad entre ambas figuras. Belardo traerá a Roma a la hermana María (Diane Keaton), la monja por la que fue criado, para que sea su mano derecha, de paso antagonizando aún más a Voiello.
A pesar de su controvertido tópico, The Young Pope llega precedida de buenas críticas, con la mayoría de los elogios apuntando a la atípica narrativa y estilo visual de Sorrentino, además de la actuación de Law. A nivel de audiencia, también tuvo resultados positivos. En Italia, donde la serie por primera vez vio la luz en octubre, se transformó en el estreno más visto de la cadena Sky, que co-produjo la serie. A pesar de ser promocionada como una miniserie, la producción ya tiene asegurada una segunda temporada.