Un antes y un después en la relación entre el mundo público y privado es lo que ve el gerente general de la generadora eléctrica Colbún, Thomas Keller, a raíz de la cooperación surgida en medio de los sucesivos incendios que han afectado al país. Luego de la firma de un acuerdo con Conaf, en el que la compañía eléctrica, en conjunto con Transoceánica, Kaufmann, Grupo Corso, Auguri, las familias Pavez Aro, Von Appen Burose y Larrain Matte, aportara los recursos para contratar el helicóptero Sikorsky S-64 SkyCrane (unos US$ 3 millones), el ejecutivo señala que casos como estos son los que permiten recuperar las confianzas entre ambos mundos.
¿Cómo se gestó la iniciativa?
Se contactó a las autoridades para que un grupo de empresarios interesados en colaborar en la reconstrucción pudieran hacerlo.
¿Cuál fue la respuesta?
Tuvo una muy buena acogida, siendo esta iniciativa un muy buen ejemplo de cómo abordar los desafíos dentro del país.
¿Por qué?
Desde el punto de vista político, esta colaboración es la demostración de que cuando el sector público y el privado trabajan en conjunto podemos avanzar en el país y lograr resultados concretos en beneficio de todos y, en este caso, para los afectados por los siniestros. Es un tapaboca a lo que vemos con tanta virulencia en las redes sociales, donde se descalifica al sector privado y al público.
Con acciones como esta ¿se abre paso a una nueva relación entre el empresariado y el gobierno?
Me encantaría que así fuera, pero lo que hay que destacar es que acá existe un ejemplo concreto de cómo la colaboración público-privada es efectiva. En este país venimos hablando hace años de que lo que necesitamos para volver a crecer es restablecer las confianzas, pero hechos concretos que restablezcan las confianzas escasean y quizás una de las cosas que marcan esta iniciativa es que es una demostración concreta de confianza, desde la autoridad al sector privado, en el sentido de valorar, y en el sector privado, en el sentido de confiar en la autoridad y en que los recursos que se ponen a disposición se van a invertir y gestionar en forma efectiva.
¿Qué se espera tras esto?
Nos encantaría que fuera trascendente, como un punto de inflexión. Puede sonar un poco ambicioso, pero ojalá que marque una forma distinta de relacionarnos a la observada en el pasado reciente.
¿Cómo ven la respuesta de las empresas frente a la tragedia?
Hay una manifestación clara de trabajar de manera colaborativa con la autoridad y el Estado y que dejemos de lado de una buena vez esta suerte de contienda, estéril, inútil y poco productiva que hemos desarrollado en los últimos meses y años entre el sector privado y el público.
Está claro que en estas circunstancias tan dramáticas ninguno de los dos sectores puede enfrentar estos problemas; nos necesitamos mutuamente. Acá no sobra nadie.
¿Faltan políticas de prevención y urgencias?
De estas cosas siempre se aprende. Aquellos que pretenden saberlo todo están equivocados. La magnitud de la catástrofe que estamos enfrentando superó todas las expectativas y en un primer momento todos los recursos se vieron sobrepasados, pero iniciativas de ayuda demuestran que tenemos capacidad de reacción, sobre todo cuando el sector público y privado trabajan en conjunto.