Las fiestas de fin de año conllevan un gasto extra para la mayoría de los hogares. Lo mismo ocurre en marzo, con el regreso de los niños al colegio, y en septiembre con la celebración de Fiestas Patrias. Por este motivo, y ante la necesidad de obtener mayores ingresos, muchas personas deciden optar por pedir créditos y avances en efectivos en casas comerciales. Sin embargo, también hay otro método.
"La Tía Rica es una buena opción para tener dinero rápido y salir del paso de algún gasto extra o en festividades como la Navidad", dice Jackie García (44), usuaria frecuente de la casa de empeño institucional del país. Y no es la única, pues durante este mes de diciembre se produce un alza de 30% en las solicitudes de préstamo.
En julio pasado, García fue y empeñó algunas de sus joyas por un monto de $ 100 mil; luego continuó haciéndolo. "Retiré las joyas en octubre y las volví a empeñar. Después, las saqué en noviembre e hice lo mismo. Este mes volveré a repetir el procedimiento", explicó. Sobre el interés, agregó que ha tenido que cancelar cerca de $ 3.500 cada mes.
Sin embargo, sus préstamos no solo se remiten a la necesidad de obtener dinero. "Tenía algunas joyas de oro y fui porque son cosas ostentosas, que no se pueden usar a diario, porque son foco de la delincuencia. Prefiero dejarlas allí empeñadas, siento que están más seguras", admitió.
Como ella, durante 2017 otros 180 mil usuarios han realizado operaciones de empeño en las 21 unidades de la Dirección de Crédito Prendario (Dicrep) a lo largo del país, informó ayer esta entidad. Y añadió otro detalle. Que más de 14 mil personas, quienes ya han perdido sus prendas -pues pasó más de un año desde su empeño- han olvidado un beneficio importante: retirar sus excedentes de dinero.
El director general de la Dicrep, Mario Acuña, explicó que "como institución del Estado, que no persigue fines de lucro y que tiene una clara orientación social, en aquellos casos en que las personas han pedido un préstamo con nosotros, han dejado una especie en prenda y no han podido recuperar su especie por no pagar el préstamo, nosotros necesariamente tenemos que sacar a remate esas especies".
Sin embargo, una vez que se recupera el capital y se descuentan los intereses, el saldo que queda a favor es devuelto a los usuarios.
Por este concepto, hoy la Tía Rica "tiene, a nivel nacional, $ 335 millones disponibles para que los usuarios lo puedan cobrar con las distintas instituciones de crédito, solo con su cédula de identidad", explicó Acuña.
Y aunque parezca un monto elevado, las personas que no logran recuperar son la minoría. "Somos una institución que tiene un muy alto nivel de recuperabilidad. Tenemos un 96% de usuarios que cumple el compromiso y paga sus préstamos".
Más mujeres
En términos generales, quienes empeñan objetos en la Dicrep acceden a prestamos en promedio de $ 60 mil. Y el 80% de quienes los solicitan son mujeres. El director aclara que esto no necesariamente significa que ellas son las beneficiadas.
"Lo que hemos estudiado, a través de nuestras diferentes herramientas estadísticas es que los préstamos van en beneficio de la familia, y normalmente es una mujer quien los solicita; por eso el registro arroja este resultado", sostuvo.
Otro punto relevante sobre este método es que quienes acceden al préstamo solo necesitan ser mayores de edad y tener un objeto que deseen empeñar, por lo que se presenta como un sistema más accesible que el sistema financiero tradicional.
Eso último no es visto con buenos ojos por todos. Alejandro Alarcón, economista y académico de la U. de Chile, sostuvo que "lo ideal sería que la gente se financie dentro del mercado formal, es decir, en todo lo que representa el servicio financiero, como la banca y otras organizaciones que dan créditos a las personas".
A su juicio, se trataría de un sistema "abusivo" que afecta a la gente de menores recursos. "Al final, las personas terminan yendo allá (Dicrep) porque está desbancarizada, no tiene inclusión financiera por las regulaciones", dijo. Y añadió que pese al alto porcentaje de recuperabilidad de los objetos, "la gente tiene que arriesgar su patrimonio, recuerdos y joyas de la familia. Ese es el problema".
Respecto del interés de los préstamos, que es de un 2,5 mensual, Alarcón consideró que era "excesivamente alto", pues en 10 meses ya se alcanza cerca del 25% del total del préstamo.
Además, criticó la fijación de tazas de interés, ya que por esto se producirían "mercados segmentados, que terminan castigando a la gente más pobre (...) se supone que la tasa máxima convencional era una manera de ayudar a los más pobres, pero aparentemente resultó ser lo contrario".