El Gobierno de la región autónoma del Tíbet (suroeste de China) abrirá el cañón del río Brahmaputra, el más profundo y uno de los más largos del mundo, al turismo internacional, informó la prensa oficial china.
Desde este año, se abrió a los visitantes vías para acceder al citado cañón por tierra y agua, con el fin de que los turistas puedan conocer, entre otras cosas, el célebre y espectacular meandro en el que el cañón rodea a la montaña Namjagbarwa, la decimoquinta más alta del planeta.
Además, el gobierno tibetano establecerá acuerdos con compañías turísticas locales para desarrollar instalaciones de recreo y tours por la zona, a la que esperan atraer unos 300.000 viajeros anuales en cuestión de tres años.
El Brahmaputra, río que también pasa por la India y desemboca en Bangladesh, es conocido en China con su nombre tibetano, Yarlung Zangpo.
Nace en el monte Kailash, sagrado para los tibetanos, y a su paso por el Techo del Mundo forma un cañón de unos 240 kilómetros que alcanza hasta 3.000 metros de profundidad en algunos puntos.
El paso del río por el Tíbet genera en las vecinas India y Bangladesh el temor a que las autoridades chinas construyan en su cauce una o varias centrales hidroeléctrica, como ya han hecho con el Mekong, otro gran río asiático que pasa por varios países después de nacer en territorio chino.
La región del Tíbet puede ser visitada por ciudadanos extranjeros, pero éstos requieren un permiso de las autoridades regionales aparte del visado chino, mientras que los periodistas acreditados en China no tienen permitido entrar a esa región.