En ocasiones, vemos a alguien en la tele y pensamos "Oh, tiene cara de Javiera". Es muy inherente a la gente ver a alguien, sin conocerlo, y tener la noción de que conocen el nombre de esa persona.
Un estudio de la Universidad de Jerusalem, publicado en el medio especializado Journal of Personality and Social Psychology, reveló que las personas tienen una alta capacidad de acertar la cara de alguien con su nombre. Esto se debería, a que tendemos a asociar estereotipos culturales a los nombres.
Según el estudio, las personas subconcientemente alteran su apariencia para ajustarse a las normas culturales asociadas a sus nombres.
"En ocasiones los estereotipos de otros afectan en quien nos convertimos. Investigaciones previas demostraron que los estereotipos culturales ascociados a los nombres, incluyen como alguien debería verse. Por ejemplo, las personas están más dispuestas a imaginar que una persona llamada Bob tiene la cara redonde a una llamada Tim", explica el autor del proyecto, Yonat Zwebner.
Para realizar el estudio, realizaron un experimento con cientos de participantes de Israel y Francia. A cada uno le mostraban una fotografía de una persona con cuatro o cinco opciones de nombre, de los cuales tenían que elegir uno.
Entre el 24% y 40% de los participantes fueron capaces de acertar correctamente los nombres de cada persona.