Devastado. Así se define Manuel Lainez tras el cierre de su local de comida rápida "Tío Manolo", famoso por sus completos y churrascos al paso.

Porque luego de 10 años operando en la esquina de Avenida Marathon con Rodrigo de Araya, ayer el negocio debió bajar las cortinas tras quedar fuera de la licitación a la que llamó la Ilustre Municipalidad de Macul para adjudicar el terreno por un nuevo periodo.

"Vamos a luchar, no nos vamos a quedar así. Si es posible, vamos a contratar a un abogado, vamos a ir a la Contraloría y también a la Corte a presentar un recurso de amparo", cuenta Lainez a La Tercera, tras reunirse este mediodía con los concejales de la comuna Carmen Calderón (DC) y Raphael Salaberry (UDI)-hermano del diputado Felipe Salaberry- para pedir asesoría legal sobre el tema.

Con respecto al proceso y las bases del concurso, el empresario cuestionó la manera de operar de la entidad pública y tildó de "raros" los procedimientos a seguir. "Las cosas no fueron como deberían haber sido, nosotros teníamos un contrato ante notario con el alcalde, que estipulaba diez años renovables, pero la renovación no se respetó" agregó, asegurando que "tenía la primera opción para ganarla".

"Hay mucha codicia, hay mucha maldad en este cuento. Nosotros cumplíamos con todo, solamente falló un papel, falló un depósito, pero reunimos todo lo demás y teníamos una oferta mejor", explicó Lainez, mencionando que no fue notificado al inicio del proceso de postulación, aún cuando existió un compromiso de por medio con los encargados de licitar el terreno.

Y recalca que no descansará hasta lograr revocar el proceso que hoy tiene desempleado a los 25 trabajores que se desempeñaban en el negocio.

Al respecto, Calderón le entregó su apoyo, reafirmando la posibilidad sobre un nuevo concurso. "La resolución tiene que pasar por el consejo municipal, donde nosotros (los concejales) tenemos la última palabra", argumenta, lamentando que la decisión de dejar fuera del proceso a Lainez omitiera también la postura de la junta de vecinos del sector, que en octubre pasado ya había entregado un informe aprobando la permancencia del local en el lugar.

"ESTOY CUMPLIENDO CON LAS NORMATIVAS Y LOS PLAZOS"

Por su parte, el alcalde de la comuna Sergio Puyol (DC) defendió el actuar de su municipio, explicando que "se está cumpliendo con los plazos estipulados". "No estoy haciendo nada porque se nos haya ocurrido o porque tengamos ganas o no de hacerlo. Estoy cumpliendo con las normativas y con los plazos, si usted tienen una licitación por diez años y el plazo se cumple, tiene que llamar a una nueva, eso es todo", argumenta el edil.

Y analiza: "Esta es una competencia entre privados, es un negocio, un kiosco que tiene una trascendencia que le ha dado el propio propietario, nadie le quiere quitar eso, pero las razones no son personales, son razones jurídicas y de prácticas institucionales".

"Entiendo que aquí hay una parte de carácter sentimental, pero eso no entra en las bases de la licitación. La adjudicación o no del espacio depende del resultado que tenga en el concurso, y no hay vuelta atrás, pero en Chile todos tienen el derecho a petición y usted puede recurrir a la justicia si considera que debe ser así, pero éste no tendría que ser el caso", añade Puyol, justificando que "él (Manuel Lainez) era el que más sabía de cómo presentarse a una licitación".

"Entiendo que quedó fuera y eso es un tema que no me compete a mí", concluyó.

"NO NOS MOVERAN"

Mientras, en las dependencias del local de Avenida Marathón, los 25 trabajores que quedaron cesantes tras el cierre de Tío Manolo se reunieron esta mañana para protestar por la medida del municipio con pancartas y gritos que van desde un "no nos moverán" hasta un "Tio Manolo sí, otro no".

"Tenemos pena, rabia, impotencia", cuenta Edson Alvarez, yerno de Manuel Lainez y uno de los empleados del negocio de comida rápida. "Aparentemente lo que está ocurriendo no es tan transparente, porque no hay una explicación formal y si no la hay, es porque el tema no está claro", opina Alvarez.

Lainez, en tanto, asegura que continuará con su empresa aún cuendo definitivamente no logre adjudicarse por diez años más el terreno en cuestión. "Nos trasladaremos a otro lugar si no tenemos opción, y lo haremos por la gente y nuestros trabajadores", remata.