Eugenio Tironi aterrizó en el comando de Eduardo Frei a inicios de marzo. En los siguientes siete meses se convirtió en uno de los estrategas claves de la campaña, que el lunes pasado dio un giro con la intervención de La Moneda y el ingreso de la madre de la Presidenta Michelle Bachelet, Angela Jeria, y de la ex ministra Laura Albornoz. De esas decisiones, sin embargo, no se enteró por boca del candidato. "Fue algo completamente normal, ya que esto es como un cambio de gabinete, en el que el Presidente toma las decisiones y no tiene por qué andar contándolo en un conciliábulo. Nunca me he sentido con el derecho de exigir ser consultado por decisiones de este tipo", explica el sociólogo, tras dejar la primera línea del equipo de campaña.
En la semana, Tironi envió un email a un grupo de personeros del comando en que informaba su rol en esta "nueva etapa", centrada en la franja televisiva. "Esta función es muy importante, la franja podría hacer la diferencia en esta campaña tan peleada", explica.
¿Es efectivo que su nueva función es el resultado de un distanciamiento con el jefe de comunicaciones, Pablo Halpern?
Nunca hemos tenido conflictos ni posiciones irreconciliables. El que con Pablo tengamos trayectorias y orígenes diferentes no nos ha impedido trabajar juntos. Soy totalmente solidario con las decisiones que se han tomado en la campaña.
En el oficialismo se señala que con estos cambios en el comando usted ha perdido poder.
Yo no llegué a la campaña por tener una cercanía especial con Frei, sino que por un proyecto de futuro. Sin embargo, siempre cuando se hacen estos cambios quedan heridos en el camino. Pero dada la difícil situación que enfrentamos, hay que apechugar, olvidar los conflictos y "echarle para adelante" nomás.
¿Quiénes quedaron heridos?
Sebastián Bowen debe haberse sentido desconcertado... Yo creo que si bien no se ha cumplido completamente la promesa de instalar una nueva generación en torno a Frei, por lo menos Bowen se ha transformado en una personalidad política.
¿Está defraudado de lo sucedido con Bowen?
Sí, pero esto no ha sido culpa ni de él ni de Frei, sino que de la irrupción de MEO. Marco habla con los códigos de hoy y se mete en los temas de las nuevas generaciones, eso le quitó fuerza a la promesa de recambio generacional de Frei. Faltó formar un equipo más potente en torno a Sebastián Bowen. Pero eso ya se superó y ahora él está haciendo un excelente trabajo en la Región Metropolitana.
¿Qué le parece la integración de Jeria y Albornoz al comando y el anuncio de que los ministros participarán en la campaña?
Si bien le han dado energía, hay que evitar caer en prácticas propias del PRI mexicano y de un "todo vale" con tal de ganar la elección. Un relativismo respecto de las conductas de los funcionarios públicos, podría ser contraproducente y provocar mucho rechazo.
¿Ese es un peligro real?
Existe, y si se produce sería malo para la estabilidad del país y de la Concertación, por eso es que hay que ser cuidadosos de no traspasar los límites ni generar abusos de poder.
¿Es de los que creen que el apoyo de los ministros podría terminar dando una imagen de debilidad del comando?
Existe ese riesgo. Por eso la mejor forma de evitarlo es fortaleciendo la campaña, porque si se convierte en un brazo del gobierno, estamos condenados a la derrota. El comando no se puede transformar en una repartición pública. Eso sería muy perjudicial tanto para el Ejecutivo como para Frei, porque debilita su liderazgo. El apoyo de Bachelet ha sido muy importante, pero ahora corresponde caminar con pies propios. De lo contrario, este apoyo se puede convertir en una debilidad y generar una desconfianza fatal.
¿Qué tan necesario es que el ministro Andrés Velasco se incorpore al comando?
Hoy la prioridad debe ser afirmar la campaña, ya que si es débil y la llenamos de "salvavidas", podría hundirse. Lo fundamental es mantenerse por sobre la "línea de flotación" y tener una identidad propia. La idea es que los "salvavidas" no ahoguen a quien tienen que salvar.
¿No es el minuto indicado para el arribo de Velasco?
No es el momento de plantear algo así, primero hay que consolidar los cambios realizados.
¿Teme que Enríquez pase a segunda vuelta?
A medida que se acercan las elecciones, la gente que quería mandarle un mensaje a la Concertación se está dando cuenta de que cumplieron su objetivo, por lo que ya no es necesario votar por MEO. Por eso es que el principal enemigo de Marco es su éxito en las encuestas, ya que el que llegue a La Moneda asusta a sus adherentes. ¡A Enríquez Ominami se le abrió el apetito y ya no se contenta con ser un testimonio, sino que quiere ser Presidente! Sin embargo, creo que debemos aprender varias cosas de su forma de hacer política.
¿Qué cosas?
Su capacidad de comunicación y estar encima de los temas contingentes; su habilidad para formular propuestas más desde el lado de las demandas de la gente que desde las políticas públicas; su poder para combinar lo emocional con lo racional. Deberíamos aprender de su emancipación de los temores y traumas de nuestra transición.