El director de The Hangover (2009), Todd Phillips, presentó en Londres su nueva película Todo un parto (Due Date), otra comedia excéntrica y surrealista protagonizada por Robert Downey Jr. y Zach Galifianakis a la altura de su anterior éxito.
El listón para Phillips estaba alto, ya que The Hangover se convirtió en la comedia para mayores de 18 años más taquillera de la historia del cine en los Estados Unidos -superó los 260 millones de dólares- y consiguió el respeto de la crítica hasta el punto de hacerse con el Globo de Oro a la mejor película de comedia.
Su nueva película narra el viaje de Atlanta a Los Ángeles que Peter Highman (Downey Jr.) se ve obligado a hacer en auto con Ethan Tremblay (Galifianakis) después de que le prohíban volar por un incidente provocado, paradójicamente, por el personaje de Galifianakis.
Me gustaba la idea de una 'road movie' porque deja a los personajes en una situación de indefensión, solos frente a la carretera sin la protección de su hogar o entorno familiar", explicó Phillips.
Es en ese tipo de circunstancias, según el director, cuando se pueden dar situaciones realmente divertidas poniendo a los personajes en situaciones extremas.
Una de las claves de esta comedia -señala Phillips- es la "anti-química" entre los personajes, ya que mientras Highman es un obsesivo que necesita tener todo bajo control que necesita llegar cuanto antes a Los Ángeles para ver nacer a su primer hijo, Tremblay es un caótico y extravagante aspirante a actor que destroza todo lo que toca y que acaba de perder a su padre.
"Siempre se cita la química entre los protagonistas como el ingrediente fundamental que hace funcionar una película, pero en este caso creo que es la anti-química entre dos tipos con cero de conexión y con personalidades totalmente diferentes lo que genera la tensión y la comicidad de la película", apuntó el director.
Para Downey Jr, que estuvo a la defensiva desde que una periodista le preguntara por su turbio pasado con las drogas y se limitó a contestar a casi todo con monosílabos e ironías, parte del éxito de la película reside en el hecho de que el guión era enriquecido cada día antes del rodaje con nuevas ideas.
"En realidad la comedia surgía espontáneamente en el set de rodaje y creo que eso es bueno porque da frescura al metraje y permite que todo el equipo participe", puntualizó el director.
"La comedia no es matemática, es como el jazz", agregó.
Sobre los protagonistas, Phillips afirmó que tuvo claro desde el principio que Downey, "un actor extraordinario tanto en comedias como en dramas", y Galifianakis, con el que ya trabajó en "The Hangover", eran los actores idóneos para los dos papeles.
"Zach (Galifianakis) es el actor cómico perfecto porque no tiene miedo a nada, ni ningún tapujo a la hora de abordar escenas surrealistas", destacó Phillips, que ya trabajó con el actor en "The Hangover" y con el que está preparando la secuela de ese éxito de taquilla.
Galifianakis respondió a la alabanza de Phillips, diciendo de él, entre bromas, que era "el amor" de su vida y que pensaba en él "a diario", mientras fingía nerviosismo cuando lo miraba como un loco enamorado.
"Todas las películas de Todd (Phillips) pasan la barrera de lo políticamente correcto, se van hasta el extremo y despiertan la risa en situaciones que en el fondo son trágicas, pero sabe sacar el lado cómico de todo", precisó Galifianakis.