El club brasileño Portuguesa contrató a un hipnólogo para intentar mejorar la concentración y la motivación de sus jugadores y, de esta manera, evitar el descenso a la tercera división del Campeonato Brasileño.
"Voy a ayudar en la parte técnica al entrenador (Vagner) Benazzi pero concentrándome en la parte emocional de los jugadores", dijo el hipnólogo y ex futbolista Olima Tesser, quien comenzó a trabajar el lunes con los jugadores de este club de la ciudad de Sao Paulo, fundado por inmigrantes portugueses.
El especialista aseguró que su objetivo es reforzar emocionalmente a los jugadores y evitar que el temor del descenso pueda afectar el desempeño de un club que está en penúltimo lugar en la clasificación de la segunda división del Campeonato Brasileño y seriamente amenazado con perder la categoría.
"Trabajaré con los jugadores pero no para concentrarlos en la permanencia (en la segunda división) sino en su parte emocional. Todo lo que Benazzi ordene en la cancha voy a intentar potenciarlo en el vestuario con 10 minutos de hipnosis", dijo el especialista sobre su trabajo.
Los dos primeros días de trabajo al parecer no rindieron resultados debido a que el Portuguesa cayó la noche del martes por 1-0 en casa frente al Vasco da Gama y completó un mes y medio sin conocer la victoria.
Tesser, sin embargo, alega haber tenido éxito cuando fue contratado en 2010 por el club Paulista de Jundiaí con la misma misión. El club tenía 95% de posibilidades de perder la categoría y terminó garantizando su permanencia, explicó.
Su trabajo llamó la atención entonces debido a que hizo con que los jugadores caminasen sobre fragmentos de vidrio y participasen en actividades dinámicas de grupo.
"Un jugador puede concentrarse mejor si tiene menos miedo. Trabajo con el ser humano para alcanzar beneficios del profesional. Le muestro lo que no está funcionando, identifico cómo a ellos les gustaría que funcionase y les hago comprender eso", afirmó.
El hipnólogo agregó que su trabajo no es hacer con los jugadores se desempeñen mejor sino con que desarrollen toda su potencialidad en la cancha, aunque sea de forma inconsciente.