Todos los paquetes de cigarrillos, sea cual sea  la marca, son idénticos desde este sábado en Australia, una primicia mundial  muy combatida ante la justicia por los fabricantes, que deberán respetar la  nueva legislación.

Todas las marcas tienen el mismo embalaje por ley, de color verde oliváceo  oscuro, cubierto de avisos contundentes y fotos de enfermos. Sólo varía el  número de cigarrillo.

La ministra de Salud, Tanya Plibersek, recordó que esta medida tiene por  objeto hacer que el hecho de fumar sea lo menos atractivo posible. "Si podemos  impedir que los jóvenes empiecen, les ayudará toda la vida", dijo.

La industria tabaquera denunció el proyecto de ley ante la justicia, pero  el Supremo de SÍDNEY, cuyas decisiones no admiten recurso, desestimó la  querella el verano pasado.

Según la ministra, la mitad de los australianos se declaraban fumadores  después de la Segundas Guerra Mundial. La proporción bajó a un 15% actualmente  y el Gobierno desea reducirla a un 10% de aquí a 2018. 

British American Tobacco aseguró estos meses que la ley provocará una  explosión del mercado negro porque el paquete uniforme facilitará las  falsificaciones y "solo se beneficiará el crimen organizado". 

Su rival Philip Morris prometió una larga batalla jurídica ante las  instancias internacionales.

La Comisión Europea indicó el verano pasado que seguía "con suma atención  lo que hacía Australia" y la directora de la Organización Mundial de la Salud  (OMS), Margaret Chan, animó al resto del mundo a observar la política  australiana en materia de marketing del tabaco.