Este lunes se rinde la Prueba de Selección Universitaria (PSU) de lenguaje y comunicación, y con esto se inicia el fin de un largo proceso que comenzó hace años, con la redacción de algunas de las preguntas que hoy responderán los estudiantes (ver infografía).
La ruta de construcción, rendición y corrección de la PSU requiere de una compleja logística, que está a cargo del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre), de la Universidad de Chile.
Leonor Varas, directora del organismo, señaló que la PSU es una prueba "seriamente hecha, con todo lo que está a nuestra disposición, y dentro de los límites según está definida. Acogiendo todas las medidas de transparencia, objetividad y control, que se sugieren tanto desde la teoría como desde la práctica".
Además de los mismos trabajadores del Demre, son más de 23 mil los colaboradores que participan del proceso, y cerca de tres mil funcionarios de Carabineros quienes resguardan la confidencialidad durante la elaboración y rendición. Según Varas, todos ellos "trabajan de la mejor forma posible, porque tienen la convicción de que están haciendo algo importantísimo para el país. Hay un gran sentido épico en todo esto. Es una prueba que dan cerca de 300 mil personas, en las condiciones lo más parecidas posibles; en ese sentido, es como un ejercicio ciudadano, similar a las elecciones", sostiene.
Un largo camino
Son muchos los procesos y consideraciones que están asociados a la creación y rendición de la PSU, y el Demre compartió con La Tercera algunos de estos datos.
Las pruebas que hoy y mañana rendirán los alumnos contienen preguntas que han sido creadas en años anteriores, y que luego han pasado por un proceso para ser seleccionadas y puestas en la prueba. De esta manera, se evitan filtraciones, a lo que también contribuye el hecho de que todo el proceso, incluyendo la aplicación piloto, la impresión, la distribución y rendición, es supervisado por Carabineros.
Todos los trabajadores del Demre firman acuerdos de confidencialidad. Además, si una persona que participa en la creación de la prueba tiene algún familiar o conocido que rinda la PSU, queda inhabilitada de trabajar en el proceso durante ese año.
¿Y si ocurre una filtración? Pese a que Varas asegura que el proceso es supervisado con mucha precisión, sí se pone atención a cualquier rumor o sospecha de que se haya filtrado alguna pregunta o facsímil. En el caso de que ocurriera, existe un plan B. Una vez activado, se comienza inmediatamente la impresión de una prueba distinta.
Por otro lado, para asegurar la dificultad y capacidad de discriminar de cada pregunta, una vez creadas, éstas pasan por una prueba piloto, siendo aplicada a más de 20 mil alumnos de cuarto medio. Esas preguntas no aparecerán en la prueba del mismo año, sino que pasarán al banco de preguntas para futuras pruebas, que ya tiene más de siete mil.
Según explica el Demre, la creación de los distractores es importante. En cada respuesta existen cinco alternativas. Una es correcta y las otras cuatro son distractores. Para que la pregunta y respuestas pasen la prueba durante el pilotaje, cada distractor debe ser seleccionado por los alumnos. Si nadie marca como respuesta uno de los distractores, la pregunta es desechada.
Un factor que debe asegurar el Demre es el acceso a la prueba de todos los alumnos que se inscriben. En ocasiones hay casos especiales, como el que sucedió el año pasado, cuando la prueba se tomó en el hogar de un joven que sufría de parálisis y contestó la prueba a través de un sistema computarizado, dirigido con la mirada.
En la rendición de la PSU también hay preguntas de pilotaje, las que sirven para garantizar la calidad de las preguntas. Estos cuestionarios "son previamente probados en muestras representativas. Sin embargo, la mejor forma de evaluar la efectividad de las preguntas es a través de la incorporación de preguntas de pilotaje en las aplicaciones definitivas", explica la directora del Sistema Unico de Admisión del Cruch, María Elena Alvarez.
Para procesar las pruebas se utiliza un lector óptico. Alvarez señaló que "es importante recordar a los estudiantes que utilicen el lápiz recomendado para completar la hoja de respuesta". Eso sí, el Demre explicó que, por seguridad, cada hoja de respuesta pasa por dos lectores ópticos calibrados de forma distinta.
Otra advertencia que entregó Varas es que el borde de las hojas de respuestas tienen un código de puntos y líneas de color negro. Esto indica a la máquina el tipo de prueba que debe corregir, por lo que no se debe rayar. ¿Y hay puntaje mínimo? Sí. Según Alvarez, "el puntaje mínimo para cualquiera de las pruebas de la batería PSU son 150 puntos".
Finalmente, el estrés y nerviosismo son factores que pueden afectar a muchos alumnos que hoy y mañana rendirán la prueba. Para ellos, Varas aconsejó que "esto no lo tomen con dramatismo. Las notas de enseñanza media son un sello que te queda para el resto de la vida, la prueba no. Siempre se puede volver a dar".