La investigación de la unidad Anticarteles de la Fiscalía Nacional Económica (FNE), por un eventual caso de barreras anticompetitivas que estaría imponiendo el Consejo de Presidentes de la ANFP para evitar que más clubes se sumen a la división profesional, y así evitar repartir las ganancias que les deja el Canal del Fútbol (CDF), no pasó inadvertido entre personeros que han comandado el fútbol en diferentes periodos. Hoy, a Barnechea, se le exigen 24 mil UF por jugar en Primera B.
Uno que ve con preocupación lo que está sucediendo es Reinaldo Sánchez. El ex presidente de la ANFP, entre 2001 y 2006, entrega su visión del nuevo escándalo que remece Quilín: "Sabes lo que pasa, es que antes no existía el Canal del Fútbol. Yo no tenía ese problema. El tema son los pesos acá, todos quieren la plata del CDF. No puede ser que se cobren esos montos por ingresar", dice el empresario porteño. En relación a su gestión, asegura que el acceso de los equipos al profesionalismo era mucho más fácil. "No me recuerdo bien del cobro que se realizaba, pero eran cifran mucho menores. Acá debe interceder la Federación de Fútbol", cierra el ex timonel.
Ricardo Abuhumor, quien comandó la ANFP durante 1993 y 1998, se excusa de atender a La Tercera, asegurando que viene llegando de Europa y que sería irresponsable hacer una crítica. Sí lo hace Pablo Hoffman, quien durante ese periodo se desempeñó como gerente de la entidad: "Este tema de esos montos de dinero se impuso en la época de Jadue. En nuestros tiempos el monto que se exigía era de 40 UF, era un cobro ínfimo", dice el actual personero de O'Higgins. "No nos preocupábamos tanto por el tema del dinero. Sí hacíamos hincapié en que los clubes respetaran los estatutos".
Finalmente, Harold Mayne-Nicholls, quien comandó la sede de Quilín durante los periodos 2007 a 2011, explica cómo se realizaba este proceso durante su gestión: "El derecho de jugar en el fútbol profesional se ganaba en la cancha de acuerdo a los estatutos", comienza diciendo.
El monto establecido por los clubes para ingresar a la categoría profesional ascendía a mil UF. "Teníamos cuatro requisitos: debían cumplir un cuaderno de cargos, cancelar o comprometerse a cancelar las mil UF en un periodo de un año. Si no tenían la plata se les descontaba del dinero de la televisión hasta cubrir lo exigido. También debía haber una aprobación del Consejo de Presidentes", señala. "Recuerdo que cuando ascendió Unión Temuco hubo un club que se opuso a su participación. Gabriel Ruiz Tagle, en Colo Colo en ese momento, no lo quería en el fútbol profesional. Marcelo Salas viajó de inmediato a encararlo. En el siguiente Consejo todos aprobaron su ingreso".
En relación a la posible colusión que podrían existir entre los clubes, el ex funcionario de la FIFA prefiere no dar una opinión. Sin embargo, cuestiona el cobro que se establece actualmente: "Es absurdo. Tampoco se ha explicado en base a qué se hace ese cobro. Lamentablemente, la vez pasada, Valdivia, club que apoyé, decidió pagar creando un precedente. Ningún club chileno tiene ese dinero para pagarlo casi de inmediato", cierra.