Ninguno de los sondeos lo anticipaba. De hecho, el cálculo era al revés: que el desafiante perdería por un margen importante o, en el mejor de los casos, ganaría por apenas un par de votos. Pero en un esquema cambiante y con una altísima abstención, terminó con un triunfo cómodo y sacando de la alcaldía a la coalición opositora.
Fue la misma historia con la misma protagonista, Carolina Tohá, en 2012 y 2016. Pero hace cuatro años ella fue la desafiante, y hoy es quien sale desde la alcaldía de Santiago, esa comuna que se ha convertido en una trampa para políticos con proyección nacional. Lo vivió Joaquín Lavín, luego Pablo Zalaquett, y Tohá en esta jornada. Hace apenas unos minutos, la aún alcaldesa reconoció su derrota en la elección.
Hace cuatro años, y en voz baja, lo que se comentaba en la Nueva Mayoría es que Tohá quedaba en una muy buena posición para ser la sucesora tras un eventual segundo gobierno de Michelle Bachelet.
Pero la dureza de una gestión donde tuvo que lidiar con continuos paros y tomas –en especial estudiantiles-, y el deterioro general de la imagen de la Nueva Mayoría le pasaron la cuenta a una de sus figuras más icónicas. Así, hoy perdió ante el concejal Felipe Alessandri, quien ganó siendo una figura local.
El sistema electoral le permite a Tohá una rápida reconversión. Es muy probable, de hecho, que si decide postular el próximo año a diputada, o incluso senadora, su nivel de conocimiento la ayude a llegar al Congreso. Pero el golpe recibido será duro de recuperar, repitiendo una historia que ya se ha contado numerosas veces: más que un trampolín, Santiago es una trampa donde han caído grandes carreras políticas.