Más de dos horas demoró Tomás González en abandonar el North Greenwich Arena, retrasado por el control doping. A esa hora, apenas un pequeño grupo de chilenos lo esperaban para sacarse fotos con él y pedirle algún autógrafo. Trata de salir rápido. Tiene un par de compromisos que atender antes de la celebración con su familia, que se encuentra en pleno en Londres para verlo por primera vez en una competencia fuera del país. Poco antes de eso, se sincera con La Tercera.
¿Es cierto que no le gusta el fútbol? Eso es muy típico en especialistas de otros deportes.
Puede ser. Igual conozco distinta gente, en la gimnasia incluso, que son fanáticos del fútbol, pero yo no. Nunca me gustó.
¿No era bueno?
En el colegio nunca me interesó, pero obviamente veo todos esos partidos que todo el mundo ve.
¿Le emociona ver un partido? Uno de la Selección, por ejemplo.
No, difícil (piensa unos segundos). Obviamente, si se trata de un campeonato importante y está todo Chile expectante, sí voy a estar ahí, pero no soy fanático.
¿Hay otro deporte que le emocione?
No, soy súper fome para otra cosa que no sea la gimnasia.
¿La política tampoco es lo suyo, entonces? Supe que no vota.
No. Como dije recién, soy fome fuera de mi ámbito. No soy de ningún partido en especial ni hincha de algún equipo específico.
¿Y le gustaría involucrarse más en los temas políticos?
Me gustaría ayudar al deporte, pero sin meterme en ningún bando.
Más allá de los resultados, ¿los Juegos Olímpicos fueron lo que se esperaba?
Sí. Hubo mucha tensión, eso sí.
¿Qué se esperaba?
Es que yo no esperaba nada. Lo único que quería era la final. Y por eso los dos cuartos lugares son lo mejor. Di lo más que pude y los dos cuartos lugares son como un regalo.
¿Sintió el ambiente de los Juegos?
Había competido dos veces acá (el North Greenwich Arena). No fue tan distinto, pero no me había generado ninguna expectativa. Estando en la Villa me sentí súper dentro de los Juegos Olímpicos, viviendo su espíritu, algo que también se sentía en el gimnasio, con toda la gente y los aplausos apoyando a todos los que competían.
¿Por qué cuando al principio se le propuso hablar de temas extradeportivos se negó?
Porque en Chile les encanta hablar de lo que no hay que hablar.
Pero ahora es un personaje mucho más público. Habrá muchos interesados en saber más de su vida.
Sí, lo sé. Pero me he destacado por mis resultados deportivos, por lo mismo no me gusta cuando de a poco empiezan a hablar de tu vida personal, porque después comienzan a inventar y luego todo el mundo quiere hablar de uno.
¿Cree que pasará mucho de eso a partir de ahora?
No voy a permitir que pase. De todas formas, igual siempre habrá gente que querrá mentir, buscar la copucha.
¿Se siente preparado para esta nueva etapa de personaje público?
Lo mío ha sido súper paulatino y he sabido enfrentar de a poco este tema de ser conocido.
¿Será más receloso con su vida privada?
Siempre, porque soy un deportista, no un personaje público de la "farándula".
¿Le molesta cuando el deportista adopta ese perfil?
Sí, porque si uno es deportista debe destacarse por los resultados y no por otra cosa. Por lo mismo, nunca he hecho otra cosa que no sea destacar por mis resultados.
¿Cuántos años le quedan de Kinesiología?
Tres.
¿Cuándo espera terminarlos?
Ahora, a la vuelta, tengo que ver todo. Pero voy a ir de a poco, no tengo apuro en terminar la carrera.
Tiene 26 años. ¿Hasta cuándo cree que se puede competir?
Creo que sobre los 30 años aún voy a poder hacerlo. Todo depende de cómo esté mi físico y mi mente.
¿Lamenta no haber podido ir a Beijing? ¿No cree que eso retrasó su proceso?
Sí, pero creo que todo sirve. Maduré mucho en estos cuatro años, manteniéndome en el circuito de Copa del Mundo, mundiales y, por lo mismo, creo que llegué con más ganas a Londres.
¿Pasó algo entre Beijing y ahora en la gimnasia masculina? Allí los locales sacaron siete de ocho oros posibles y ahora no les fue tan bien: llevan dos de seis.
Siempre pasa con los locales. Podría haber sido más notoria esa ayuda, sobre todo en la final de arzones, donde pensé que le iban a dar la medalla de oro al local (Louis Smith). Pero no fue así. Se ve que en Inglaterra, al menos, son bien neutrales.
El brasileño Arthur Nabarrete Arthur, oro en anillas, le quitó la opción de lograr el mejor resultado de un latinoamericano en los Juegos.
Sí, pero hay que ver todo el desarrollo que hay detrás de ese país. Brasil será la sede de los Juegos Olímpicos, mientras que los chilenos no estamos preparados siquiera para unos Panamericanos.
Yoel Gutiérrez en un principio dijo que se sentía despojado de una medalla. Después, le bajó el tono a su opinión. ¿Qué piensa sobre lo que sucedió con los jueces en el segundo salto?
No. Sabía que venía el coreano, el campeón mundial Hak Seon Yang, el único que tiene un salto de 17,4 puntos, así es que tenía claro que si lo hacía bien iba a ganar.