El ex primer ministro británico Tony Blair arregló el techo de su segunda vivienda a costa de los contribuyentes sólo dos días antes de dejar su cargo en junio de 2007, según la lista sobre gastos de los diputados publicada por el propio Parlamento.
Aunque el ex líder laborista no violó estrictamente el reglamento de los Comunes al presentar una factura de 7.000 libras (8.260 euros) por ese trabajo, el diario Financial Times se pregunta hoy si el contribuyente debería hacerse cargo del costo de mantenimiento de la casa de un jefe de Gobierno que está a punto de abandonar el poder.
Esa es una de las revelaciones de la lista de gastos de los 646 miembros de la Cámara de los Comunes publicada el jueves por el Parlamento y criticada hoy por toda la prensa por haber sido gravemente censurada para ocultar toda una serie de datos de indudable interés público.
La mayoría de las páginas del documento aparecían borradas con tinta negra, por lo que los periódicos comentan hoy que no se habrían conocido los abusos cometidos por muchos de los diputados con el dinero público si el Daily Telegraph no los hubiese publicado antes.
Las revelaciones de ese diario sobre los abusos de los diputados provocaron una tormenta política que afectó a todos los partidos, pero castigó especialmente a los laboristas en las recientes elecciones locales y europeas.
La lista, gravemente censurada, publicada por los Comunes contiene detalles sobre el comportamiento de muchos diputados que parecen a veces incluso ridículos.
Así, por ejemplo, un diputado "tory" presentó con cargo al erario público una factura de 70.50 libras (algo más de 83 euros) por un cerrajero que consiguió abrirle la puerta de su casa después de que se quedase fuera sin la llave.
Aunque pueda parecer increíble, el portavoz de Cultura de los conservadores, reclamó un penique por una factura telefónica, otro diputado "tory", 15 libras, por un programa del festival de ópera de Glyndebourne y un liberaldemócrata, 29,98 libras por dos pelucas.
Son muy pocos los que se salvan del escándalo, y así, el líder conservador, David Cameron, se ha visto obligado a devolver 947 libras cobradas indebidamente, mientras que el actual primer ministro, Gordon Brown, pasó una factura de casi 6.500 libras (7.670 euros) por trabajos en el jardín de su residencia escocesa.
La omisión de muchos detalles claves de la lista habría impedido conocer, por ejemplo, los trucos de todo tipo que muchos diputados hicieron con los impuestos o las hipotecas de las segundas residencias que estaban autorizados a ocupar según el lugar donde estuviesen sus circunscripciones electorales.
En el caso de Gordon Brown no aparecen en la lista las facturas que presentó en su día por compras efectuadas en la tienda de muebles de bajo costo Ikea, entre otros detalles relativos a gastos cargados al contribuyente.
Los periódicos británicos de todos los colores políticos coinciden en denunciar el encubrimiento por parte de los parlamentarios de sus propios abusos frente a las promesas de transparencia que se hicieron en su día.
"Desvergonzados", titula, por ejemplo, el Daily Express, "Censores", los llama The Sun, mientras que The Times califica también de "vergonzosa" la operación y dice que la anunciada "era de transparencia" se ha visto sumergida en un océano de "tinta negra".
Mientras tanto, la Cámara de los Comunes ha anunciado que un total de 183 diputados han devuelto cerca de medio millón de libras (590.000 euros) cobradas indebidamente.