Las autoridades de Houston luchaban por encontrar cama para decenas de miles de personas obligadas a abandonar sus hogares por inundaciones sin precedentes que afectaron a la cuarta cuidad de Estados Unidos tras el pasaje de la tormenta Harvey.
Y mientras los meteorólogos advierten que Harvey recuperará fuerza y volverá a anegar la costa del Golfo nuevamente el miércoles, el vecino estado de Louisiana se preparaba para sufrir inundaciones.
El presidente Donald Trump declaró este lunes la emergencia en Louisiana, que ya recibía fuertes lluvias.
La declaración de emergencia permite al gobierno federal aportar fondos y coordinar las ayudas a través de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA).
Trump, quien había dicho que no quería interrumpir las tareas de emergencia con una vista, planea acudir el martes a la zona de desastre.
Las calles de Houston, con 2,3 millones de habitantes, estaban anegadas, en tanto sus dos aeropuertos permanecían cerrados para los vuelos comerciales y dos hospitales de la ciudad debieron ser evacuados, mientras los voluntarios, las agencias de rescate y la Guardia Nacional buscaban evacuar a las personas atrapadas por la inundación.
Hasta el momento, la tormenta dejaba tres muertos y un quincena de heridos, en tanto informes de otras víctimas aún no han sido confirmados.
En la mañana del lunes, Harvey -que tocó tierra como huracán categoría 4 el viernes en Texas y se degradó a tormenta tropical- se cernía en la costa texana del Golfo de México, a unos 160 km al sureste de Houston.
Se espera que el meteoro -que arrancó techos, tumbó casas móviles y dejó a centenares de miles de personas sin energía en la costa del Golfo- comience a moverse hacia el noreste el martes, arrojando fuertes lluvias hasta el viernes sobre zonas ya anegadas del este de Texas y en el sureste del vecino estado de Louisiana.
No obstante, el director del Servicio Nacional de Meteorología (NWS), Louis Uccellini, dijo en conferencia de prensa que el pronóstico de Harvey es "incierto". "Está creando su propia circulación allá arriba, por lo que el pronóstico de su trayectoria sigue siendo difícil para nosotros. Tenemos que prestar mucha atención".
30.000 refugiados
La Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA) espera que deberá atender a al menos 30.000 refugiados por la inundación, dijo su director, Brock Long, en una conferencia de prensa en Washington.
"Esta misión de refugio será una tarea muy pesada. Esperamos que más de 30.000 personas sean ubicadas en refugios temporales", indicó
"Se trata de un hito. No hemos visto un evento como este. Ni en sueños pudimos haber anticipado un pronóstico", agregó.
Los desbordados servicios de emergencia pidieron a los residentes situarse en las zonas altas de la ciudad o en los techos de las viviendas, para poder ser rescatados por helicópteros.
Las autoridades temen que la situación se agrave cuando en los próximos días descienda el agua del interior del estado a las localidades de la costa.
"La situación es grave y va a empeorar", advirtió el gobernador de Texas, Greg Abbott, en la cadena Fox News. Los daños ascienden a "miles de millones de dólares", aseguró.
"No piensen que la tempestad ha terminado", declaró de su lado el alcalde de Houston, Sylvester Turner.