Una tormenta solar afectará este fin de semana a la Tierra, sin embargo los científicos prevén que las secuelas que ésta podría traer serán menores, debido a que se estrellará contra el campo magnético de nuestro planeta.
Asimismo, los expertos ya han dado aviso a empresas de electricidad, aerolíneas y otros sectores que podrían ser dañados. "No pasará la gran cosa", señaló Joe Kunches, miembro del Centro de Predicción del Clima Espacial, ubicado en Boulder, Colorado, quien agregó que "no prevemos daños a sistema alguno".
Esta llamarada solar es la sexta que ocurre en el año y ninguna de las anteriores causó problemas importantes. Cuando se trata de casos severos, las erupciones solares pueden interrumpir el suministro eléctrico y dañar satélites, así como suprimir las señales GPS y las comunicaciones por radio de alta frecuencia.
En ocasiones, las aerolíneas modifican sus rutas de vuelo para evitar en las regiones de los Polos la radiación adicional por las erupciones solares. De hecho, en 1989, una poderosa erupción solar averió la red eléctrica de Quebec, donde dejó a seis millones de personas sin energía.
Juha-Pekka Luntama, experto en clima espacial en la Agencia Espacial Europea, dijo que las empresas de servicios públicos y de navegación "registrarán algunas alteraciones pero podrán superar cualquier problema" que les ocasione el torrente de partículas solares.
Este tipo de llamaradas ocurren en el ciclo normal de 11 años de actividad del Sol, que alcanzará su mayor intensidad en 2013.
Asimismo, luego de que termine la tormenta vendrá el espectáculo: la colisión de las partículas solares contra el campo magnético exterior de la Tierra causará auroras boreales más brillantes. Respecto de esto, Kunches señaló que quizá durante este fin de semana sean visibles auroras trémulas entre la frontera de Estados Unidos y Canadá, así como en el norte de Europa.