Sebastián Toro empezó de la peor forma el 2013. El defensor sufrió una grave lesión el viernes, cuando participaba en el entrenamiento de Colo Colo, en Mantagua.

Producto del golpe, Toro sufrió una luxofractura en el tobillo izquierdo que encendió las alarmas en el conjunto de Omar Labruna y, especialmente en el propio jugador, quien aún no olvida la trágica maniobra de aquel día: "Un compañero (el juvenil Dylan Zúñiga) se tiró por atrás, me hizo una palanca. Yo estaba parado y sentí altiro que era grave. De hecho, pensé que me había quebrado todo, porque sentí el crujido del hueso", explica el futbolista.

El ex Deportes Iquique abandonó ayer la Clínica Meds, donde fue operado para dar inicio hoy al proceso de rehabilitación que podría excluir al colocolino cerca de tres meses de las canchas.

Pese al diagnóstico, el jugador está optimista respecto a su recuperación: "Ahora estoy mejor. Afortunadamente, salió todo bien en la operación, así es que ahora espero iniciar el tratamiento para recuperarme lo antes posible", agrega.

Toro regresó a Colo Colo después del último torneo proveniente de Deportes Iquique. El jugador aparecía como uno de los fijos en la defensa de Labruna para este semestre. Es por esto que el futbolista lamenta tanto el momento en el que se produjo su lesión.

"Estaba ilusionado, muy contento con la vuelta. Pensaba que estaba en el equipo titular. Pero por algo pasan las cosas. Dios quiso que pasara esto y ahora, con fe, me recuperaré lo más rápido posible. Si bien voy a estar tres semanas sin poder apoyar el pie, sé que la recuperación va a depender de cómo se adapte mi cuerpo", asegura esperanzado.

La lesión del futbolista motivó a Blanco y Negro a buscar un defensor para el puesto. Uno de los que llevaría la ventaja sería Lucas Domínguez, ya dirigido por Labruna en Audax Italiano.

Sin embargo, desde el cuadro itálico descartan que el interés de Colo Colo se haya transformado en algo concreto, tal como afirmó ayer en La Tercera el presidente de Audax, Lorenzo Antillo: "No hemos recibido ninguna propuesta formal".

Probablemente, Sebastián Toro no alcance a disputar ningún partido por el próximo torneo de Transición. No obstante, el defensor prefiere mantener la fe e imaginar lo contrario: "No quiero pensar mucho en eso. Pero quiero creer que podré jugar, al menos, algunos partidos", asegura.

Por el momento, el zaguero de 22 años descansa junto a su familia a la espera del inicio de la rehabilitación. Pese a que alcanzó a estar algunos días en la pretemporada, el cariño de sus compañeros se ha evidenciado durante estos días: "Varios me han saludado por Whatsapp y Twitter. Eso ayuda a pasar el momento", asegura.