Chris Froome es el claro favorito para ganar el Tour de Francia, pero el retorno del ex campeón Alberto Contador tras un año sin participar podría desencadenar un duelo clásico entre ambos que marque la 100 edición de la carrera ciclista más importante del mundo.

El de este año también será el primer Tour desde que el estadounidense Lance Armstrong fue despojado de sus siete títulos en la clásica prueba, después de que este admitiera haberse dopado durante su época dorada entre 1999 y 2005, dejando un enorme vacío en la lista de ganadores de la carrera.

Se trata de un periodo que el británico Froome querrá hacer olvidar.

"El hecho de que sea capaz de terminar en primer lugar en la montaña y en la clasificación general significa que este deporte ha cambiado en los últimos 10 años", dijo Froome, que acude a la cita como líder del equipo Sky debido a que su compañero y actual campeón Bradley Wiggins no participará por problemas de salud.

"Aprendes del pasado. El ciclismo va en la buena dirección y mis resultados son prueba de ello", remarcó.

Froome ha ganado cuatro de las cinco carreras por etapas en las que ha participado esta temporada: "Definitivamente, me da confianza haber tenido un camino correcto hacia el Tour, tener la preparación adecuada para el Tour", explicó. "También da a mis compañeros de equipo mucha confianza, que están corriendo por un causa que merece la pena, que saben que les puedo dar resultados".

"Dicho esto, una vez que empecemos la carrera en Córcega, todo lo que hemos hecho antes esta temporada no importará", añadió Froome, nacido en Kenia, poniendo una nota de precaución.

RITMO INTENSO 

Se espera que Froome tome la delantera en la contrarreloj individual para luego confiar en su fuerte equipo Sky, que cuenta con una increíble capacidad para establecer un ritmo alto en las montañas para prevenir ataques: una táctica en la que Wiggins confío plenamente en 2012.

La presencia de Contador, después de perderse la edición del año pasado debido a una sanción por dopaje, seguro que se hará notar, pese a que el español no ha obtenido grandes resultados esta temporada.

Contador, que ganó el Tour en 2007 y 2009, llega a la carrera con solo una victoria de bajo perfil: una etapa en el Tour de San Luis en enero.

Desde entonces, el ciclista de 30 años no ha podido batir a Froome, a pesar de haber realizado numerosos ataques en las etapas de montaña del Tour de Omán o en el Critérium del Dauphiné. 

Es probable que Froome gane tiempo en las dos contrarreloj individuales y la que se realiza por equipos en esta edición del Tour, que comienza el 29 de junio, por lo que Contador tendrá que intentarlo en la montaña, donde su rival también brilla.

La carrera no debería decidirse antes de la última semana, con la etapa 14 en Mont Ventoux y la 18, que llevará al pelotón a recorrer dos veces las 21 curvas de herradura de L'Alpe d'Huez.

Sin embargo, Contador es uno de los únicos cinco hombres con títulos en las tres grandes carreras (España, Italia y Francia), mientras que Froome solo ha conseguido dos podios: segundo en la Vuelta en 2011 y en el Tour en 2012.

Contador también tendrá la ayuda de un equipo sólido, el Saxo-Tinkoff, en el que participan el australiano Michael Rogers, pieza clave del Sky en el Tour del año pasado, el irlandés Nicolas Roche y el checo Roman Kreuziger.

Todos han renunciado a sus ambiciones personales para ayudar al español a conquistar su tercer título.

NUNCA SE RINDE 

"Hay unos pocos corredores que creo que pueden ser amenazas para el maillot amarillo y hasta que ellos no pierdan tiempo en la clasificación general deberían ser tratados como potenciales aspirantes al liderato", dijo Froome.

"Está claro que Contador no se le puede borrar de la lista. Yo conseguí ganar en la contrarreloj y en las etapas de montaña contra Contador (en el Dauphiné), pero no se le puede descartar".

Contador probó con su victoria en la Vuelta del año pasado que nunca se rinde, alcanzando el liderato en la etapa 18 después de lanzar un ataque sorpresa.

Si él y Froome flaquean, allí estará el infatigable Cadel Evans, ganador del Tour en 2011, preparado para dar un paso adelante, así como su compatriota australiano Richie Porte, número dos del Sky.

"Los resultados de Richie este año han sido fantásticos", dijo el director del Sky, Tim Kerrison. "Es muy buen corredor por etapas y un gran competidor en grandes vueltas".

La batalla de la clasificación de la regularidad que otorga el maillot verde será protagonizada seguramente por el eslovaco Peter Sagan y el británico Mark Cavendish, aunque este podría contentarse con vestir fugazmente de amarillo.

"Me gustaría llevar el maillot amarillo después de la primera etapa en Córcega", dijo Cavendish, que está a 11 victorias de etapa del récord histórico de 34 establecido por Eddy Merckx. "Es la única de las tres grandes carreras en la que no he vestido el maillot del líder, así que me gustaría conseguirlo".