Raro. Primero premiaron a los discípulos y luego a los maestros. O también podría ser una razón para sentirse orgulloso como formador de arquitectos. La cuestión es que en 2010, el Premio Pritzker de Arquitectura, el más importante a nivel mundial, fue para la pareja formada por los japoneses Kazuyo Sejima y Ryue Nizhisawa. Ella tenía 54; él sólo 44. Se podría decir que ayer el jurado terminó de hacer su tarea y el llamado "Nobel" de Arquitectura fue para Toyo Ito, el profesor de ambos.

Con 71 años, el arquitecto nipón es un representante de la llamada "arquitectura conceptual", donde el autor no es el único maestro y dueño de las estructuras. Más bien al revés, ellas van determinando el curso a seguir de las obras.

En este sentido, Toyo Ito se caracteriza por construir edificios públicos, al servicio de la comunidad. Sus obras no son tan espectaculares como las de Frank Gehry (Guggenheim de Bilbao), pero siempre respiran en función del entorno.

Al respecto, el ejemplo más evidente es la Biblioteca de Sendai, una construcción de cristal del 2001 y que soportó como pocas el terremoto del 2011. Justamente, los miembros del jurado del Pritzker, entre ellos, el arquitecto chileno Alejandro Aravena, aluden a aquel edificio de siete pisos en sus consideraciones. "Es una construcción que permite nuevas cualidades espaciales interiores", dice el acta.

Iconoclasta, Ito tiene una opinión más o menos clara sobre su lugar en la historia de la arquitectura. "Pienso que el modernismo llegó a un callejón sin salida", afirmaba ayer a The New York Times. También se refirió al premio: "No me lo esperaba esto. Realmente estoy muy sorprendido".

Tal vez la expresión más clara del parecer del jurado es esta: "Es un creador de edificios que durarán para siempre y, al mismo tiempo, se ha atrevido a ir por caminos valientes". Hombre en constante renovación y faro en la arquitectura pública, Toyo Ito define así su método: "He proyectado arquitectura teniendo en cuenta que ésta será mejor si nos libramos de limitaciones. Pero cuando termino un edificio, me doy cuenta con dolor de mi propia incapacidad. Esa incapacidad se convierte en energía para abordar el siguiente proyecto".

El chileno Alejandro Aravena, suscribiendo lo que dice el jurado del Pritzker, afirma: "La agenda personal de Toyo Ito siempre tiene que ver con su responsabilidad pública. Dos ejemplos de la importancia que le da a la interacción de las personas en los espacios son el Salón Funeral Municipal de la Prefectura de Gifu, del 2006, o la Biblioteca de la Universidad Tama Art de Tokio, que es del 2007".

En este último sentido, otra obra clave de Ito es el estadio de Kaohsiung, en Taiwán, un gran recinto para 55 mil personas, que funciona con paneles solares para sus necesidades básicas.

Es una construcción fuera de serie: no es cerrada y más bien se asemeja a un gran signo de interrogación. Algunos dicen que es un dragón. Antes de hacerlo, Ito también pensó en el habitante taiwanés y en su tradición. Para él, siempre están las personas antes que las estructuras.