El recordado salto del austríaco Felix Baumgartner además de ser un logro para la ciencia y los deportes extremos, claramente marcó el inicio de una nueva generación de saltadores y exoesqueletos robóticos.

Esto, porque en tres años más, un prototipo muy cercano a lo visto en la película Iron Man podría ver la luz, siendo utilizado en un principio hasta 100 kilómetros de altura, muy lejos de los "apenas" 39 Kms del austríaco. Para ello, los científicos y desarrolladores de Solar System Express y Juxtopia LLC están trabajando para alcanzar la llamada Línea de Karmán, donde la densidad de la atmósfera se vuelve tan baja que la velocidad de una aeronave para conseguir sustentación mediante alas y hélices ya no es necesaria.

El prototipo, llamado RL Mark VI Space Diving Suit contempla entre otros, hélices en vez de paracaídas, una mochila propulsora, lentes especiales, guantes de alimentación y control, y giroscopios incorporados en las botas. Debe ser capaz de soportar el calor de la entrada la tierra, las ondas hipersónicas de choque y la Fuerza G que pueden causar complicaciones relacionadas con la presión y pérdida de conciencia, tal como los 10 segundos de terror de Felix Baumgartner en su histórico salto. Asimismo, debe estar protegido contra las temperaturas hostiles, presión, falta de oxígeno y otros factores técnicos.

El casco es un punto importante ya que entregará en tiempo real información sobre la frecuencia cardíaca, temperatura interna/externa, respiración, tasas de aceleración/desaceleración, elevación, GPS e incluso un radar con el estado aéreo local, tal como la película hollywoodense o Google Glass, siendo activado mediante controles de voz.

El sistema posee botas giroscópicas que a 100 kilómetros de altura compensarán cualquier efecto aerodinámico perjudicial, equilibrando al saltador en el descenso si detecta que éste pierde el control por al menos cinco segundos. Pero eso no es todo, ya que al aterrizar se desplegará un sistema de propulsores y hélices que ayudarán a caer de forma más suave, gracias a un mando ubicado en los guantes.

El traje tendrá su estreno en julio de 2016 a dos kilómetros de altura mediante un paracaídas elevado con un globo de helio amarrado a la superficie. Luego, se espera utilizar robots para las pruebas orbitales y dependiendo de los resultados, podremos ver a un humano utilizando el traje de Iron Man, a 100 mil metros de la Tierra.

FUENTE: solarsystemexpress.com, io9