Que por normativa los clubes nacionales se hayan visto obligado a reducir el número de foráneos se ha transformado en un dolor de cabeza. Principalmente para los que, hasta la temporada 2015-2016, eran parte de los elencos que tenían siete extranjeros.

Ya con ese número reducido, el poder tener únicamente cinco jugadores foráneos es todo un tema. Lo ha sido, por ejemplo, para Universidad de Chile. En el último torneo, los azules contaron con el máximo de cupos posibles: Matías Rodríguez, Fabián Monzón, Jonathan Zacaría, Gustavo Lorenzetti y Gastón Fernández.

Para hacerle un lugar a Leando Benegas para este campeonato, es indispensable que el Duende, que desde 2006 cuenta con residencia en Chile, se nacionalice. El rosarino empezó oficialmente con sus trámites en marzo de este año, pero todavía no se sabe si podrá jugar como chileno en 2017. En la U daban por hecho que podría hacerlo para el torneo que ya pasó, pero todo ha resultado más lento. "No podemos dar una fecha estimada. Puede ser mañana o hasta en dos años. Son temas de extranjería y no podemos hacer nada al respecto", cuentan en el Centro Deportivo Azul.

El caso de Colo Colo es más insólito. A Ramón Fernández lo trajeron a mediados de año y en el Cacique se tuvieron que deshacer de Martín Tonso para cumplir con la norma. Sin embargo, según extranjería, recién inició los trámites oficialmente en diciembre. Siguiendo el caso de Lorenzetti, que ya lleva esperando nueve meses de tramitación, Ramón en ningún caso podrá jugar el torneo venidero como chileno, aunque en Colo Colo mantienen la esperanza. Y según los registros de extranjería, el trámite por la nacionalización de Julio Barroso ni siquiera está en curso. El procedimiento no existe. "Estamos esperanzados en conseguir alguno de los dos al menos para liberar un cupo. Si no logramos hacer eso ahora, tendremos que pensarlo para el próximo torneo", dijo Óscar Meneses en FM Tiempo en octubre cuando se le consultó sobre la liberación de cupos. El Almirante, en su momento, aseguró que esta diligencia era con la intención de poder abrir un espacio en el Cacique, pero el trámite ni se ha hecho.

En O'Higgins, otra escuadra que a mediados de año tuvo que prescindir de extranjeros para cumplir con el reglamento, llevan tiempo esperando que se oficialice la nacionalización de Pablo Calandria. Aunque esto, según dicen en Rancagua, no perjudica su planificación.

Audax Italiano está en una situación similar. Los itálicos están esperando los papeles de Juan Pablo Miño, quien en febrero de este año presentó su solicitud, pero todavía no tiene el sí definitivo.

El ser chileno, para los clubes, ha salido más lento de lo que se esperaba. Y hasta ahora no hay chance de pronosticar fecha.