Desde este mes, 77 buses del Transantiago contarán con validadores o "tótems" en sus puertas traseras, con el objetivo de disminuir la evasión de pago del pasaje, lo que genera una fuga de recursos para el Estado.
La medida fue anunciada por el Ministerio de Transportes como parte del "plan antievasión" que busca reducir las pérdidas, pues la última medición indica que un 26% de los usuarios no cumple con este deber. Así, las siete empresas instalarán once equipos, los que tienen un costo de 58,1 Unidades de Fomento ($ 1,5 millones). La estrategia es que haya un validador de la bip! en la puerta delantera del microbús y otro complementario situado en la parte trasera, para que los usuarios tengan una opción extra por donde subir y pagar, en el caso de que haya largas filas. Los equipos serán instalados en vehículos que cuenten con un torniquete.
Paola Tapia, ministra de Transportes, explicó que los usuarios mencionaron esta idea como una de las más importantes en la última encuesta. "Esta propuesta tiene como objetivo proveer de un elemento que permita validar el pasaje a los usuarios que tengan dificultades para pasar por el torniquete delantero y, por tanto, deben acceder por la segunda puerta del bus", dijo.
La secretaria de Estado agregó que se inició un estudio por parte del Laboratorio de Innovación Pública de la UC, el que tendrá una duración de once semanas. El análisis se efectuará en seis comunas y 168 paraderos, donde se busca conocer el comportamiento de los usuarios de los recorridos. Se determinarán los horarios en que se evade y los puntos más recurrentes de la ciudad. A esto se suma que, por primera vez, se elaborará un perfil de los evasores, pues hasta ahora se han realizado sondeos, pero no se ha profundizado en sus características. Luego de ello, se emitirá un informe con recomendaciones que -dijo Tapia- "podrán ser tomadas por el próximo gobierno".