La decisión de Alsacia y Express, las firmas que concentran el 24% de los servicios del Transantiago, de acogerse a la ex ley de quiebras, el viernes pasado, gatilló que el Ministerio de Transportes comenzara a evaluar una auditoría financiera a las compañías, con el fin de aclarar la real condición en que se encuentran.
El análisis del gobierno se da a raíz del proceso de reorganización de Alsacia-Express en la justicia civil para saldar los compromisos con sus acreedores o, eventualmente, comenzar su liquidación, debido a una deuda de US$ 360 millones con un grupo de bonistas.
Guillermo Muñoz, director del Directorio del Transporte Metropolitano (DTPM), aseveró que se estudiarán los antecedentes económicos de las firmas y "si es necesario se llevará adelante una auditoría, aunque hemos visto los balances de la Superintendencia de Valores y Seguros, que muestran de manera clara el estado financiero de las empresas". Muñoz añade que la cartera también puso a Alvaro Caballero como observador de la firma, el mismo que analiza el caso de Subus.
En paralelo, la autoridad aclaró que están en la primera fase de revisión excepcional de los contratos, lo que fue solicitado por las empresas. Ello permitiría la entrega de recursos a las firmas en el caso de que así lo justifiquen los informes técnicos.
Según el gobierno, lo anterior se justificaría por diversos ítems que hacen perder recursos a la empresa: la entrada en operaciones del Tren-Alameda-Nos (que resta pasajeros a la flota de superficie); el ingreso de nueva flota y el impacto de la reasignación de servicios. A esto se suma que el Panel de Expertos -que evalúa las tarifas del transporte público- señaló que los resultados de la negociación colectiva que tuvo Alsacia con sus trabajadores, en 2015, generó un "desequilibrio" económico. Consultado Muñoz sobre si las firmas resultaron perjudicadas por la reasignación de recorridos, dijo que ahora tienen más buses disponibles (35 unidades extras), "pero no han mejorado la operación".
Evaluación deficiente
Además, hoy se conoció el ranking de calidad de servicio del Transantiago, de 2016. En cuanto a la "regularidad" o tiempo en que espera un usuario por un bus, Alsacia tuvo el peor resultado, con un 78% de cumplimientos, es decir no alcanzó el piso mínimo de 80%. En el primer puesto se ubicó STP. En "frecuencia" o despacho de buses, Metbus encabezó la medición, con 99% (el piso es 90 puntos).
Al respecto, la empresa ha explicado, a través de comunicados, que el gobierno los ha perjudicado quitándoles servicios y que no se les autoriza renovar máquinas que ya han cumplido 12 años.
En tanto, en un nuevo estudio sobre la satisfacción de los usuarios, Alsacia aparece con la peor calificación, un 4,8.
También Express presenta el mayor tiempo de espera, con 53,9 minutos en promedio.
La empresa Alsacia-Express no se refirió al tema judicial ni a la calidad de los servicios.