A una semana de que el gobierno envíe las bases de licitación del Transantiago a la Contraloría General de la República, el balance del sistema muestra indicadores por debajo de lo esperado de mala calidad en los servicios. Esto se debe a que persisten las dificultades para circular en las calles, lo que afecta a las personas que usan el sistema.
El último informe el Directorio del Transporte Público Metropolitano (DTPM) señala que, en 2016, un 35,8% de los recorridos, equivalente a 139 servicios, son considerados "deficientes" y 1,6% como "críticos", de un total de 378 existentes. En tanto, un 62,7% del sistema posee una correcta operación.
El estudio dice que tienen deficiencias en frecuencia (despacho de buses de las terminales) y regularidad. En cuanto a ese último parámetro, que revela cuánto puede llegar a esperar un pasajero en las paradas, se les pide cumplir con un 80% de lo exigido. Las firmas alcanzaron el año pasado, en promedio, un 82,4% de la meta, levemente superior al mínimo. De estas, las que tuvieron un menor puntaje fueron Express, Redbus y Alsacia.
El informe identifica parte de las causas de estos resultados, como es el caso de los "cuellos de botella" o atochamientos, los que provocan que no se pueda cumplir con los tiempos de desplazamiento de manera adecuada. Lo anterior lleva a una disminución de las velocidades. Así, la rapidez de los buses bajó de 18,4 kilómetros por hora a 17,2 km el año pasado en la hora punta mañana. El reporte también señala que se han identificado algunos puntos críticos de la ciudad donde las flotas deben detenerse por largo tiempo. Entre estas zonas están las esquinas de Quilín con Tobalaba; El Cerro con los Conquistadores; Lo Errázuriz con Salvador Allende, entre otras.
Rodrigo Martin, académico de la U. de Santiago, dice que el Estado tiene responsable de los malos indicadores, pues "se prometieron 300 km de vías priorizadas para circular, lo que no ha sucedido". El análisis dice que se monitorean constantemente "incidentes" que afectan a los desplazamientos, los que alcanzaron los 328 mil, por congestión, marchas y eventos deportivos.
El análisis también aborda cuánto demoran los viajes para las personas en las horas de alta demanda. Así, dice que en la hora peak de la mañana, el traslado no varió: se prolongó por 31 minutos, en promedio, en 2015 y 2016.
Metro, en tanto, aparece con un alza de usuarios progresiva en el tiempo, lo que habla de una buena evaluación. Pero según el balance, el tren subterráneo ha tenido un aumento de pasajeros en las horas punta de la mañana. En 2010 eran 390 mil usuarios, mientras que en 2016 llegaron a 438 mil.
¿Empeorará la calidad de los viajes en el tren subterráneo? "Las personas evalúan muy positivamente la certeza en los tiempos de viaje, sobre todo a medida que el ingreso per cápita sube y que los tiempos se hacen cada vez más variables en la superficie", señala Raimundo Cruzat, ex coordinador de Transantiago.
El reporte sobre Transantiago indica que los subsidios fiscales entregados al sistema han ido en alza: se prevé que se entregarán $ 477 mil millones en 2017, mientras que a 2022 se proyecta que el sector requerirá $648 mil millones.
Juan Carlos González, gerente de la Fundación Transurbano, dice que hay "incertidumbre" para las empresas que postulen a la licitación este año. "Los privados no saben qué pasará más allá del 2022, eso genera dudas porque se necesita presupuesto para que el sistema opere", dijo.