Las siete empresas del Transantiago no mostraron mejoras en cuanto a la calidad de atención a los usuarios en 2016, según el último informe enviado por el Directorio del Transporte Público Metropolitano (DTPM) a los operadores.
El reporte es clave para conocer el comportamiento de los conductores de los buses o la información que se les entrega a los pasajeros. En caso de que no cumplan con lo esperado, las concesionarias reciben descuentos en el pago que hace el Estado (200 Unidades de Fomento, según la nota obtenida).
El DTPM exige que las empresas alcancen un 85% del índice solicitado, pero el sistema llegó a 76,5% el año pasado, mientras que alcanzó un 76,8%, en 2015. Las áreas con la peor evaluación fueron la señalética dentro de los vehículos no está bien instalada, por lo que registraron un 42%. Ello implica, por ejemplo, que faltan datos de la placa patente o bien de los seguros.
Otro punto con mala nota fue la conducción, pues se sanciona que el chofer maneje con frenazos o movimientos bruscos, lo que puede generar lesiones a los pasajeros, parámetro que tuvo un 58%.
Las empresas mal evaluadas el año pasado fueron Alsacia, Subus y Express, las que concentran la mayoría de los servicios en la capital y se han declarado en crisis financiera. Mejores resultados tuvieron Redbus, Metbus y STP (sobre el 80% de lo exigido).
Los operadores no se refirieron a los resultados.
Caída
Según se explica en el Directorio del Transporte Metropolitano, "la mayoría de las empresas del sistema, desde 2014 a la fecha, han experimentado mejoras en cuando a aspectos como, por ejemplo, que el bus se detenga en el paradero correspondiente", lo que es valorado por las personas.
Sin embargo, se añade que el gobierno pasado sumó nuevas áreas a medir a las concesionarias –pasaron de 10 a 14-, lo que llevó a que los resultados de las firmas comenzaran a ser "más dispares, tendencia que se replica y crece durante 2015 y 2016".
El DTPM planteó que firmas como Express "ha desmejorado notablemente su evaluación entre 2013 y 2016", lo que sucede también se replica en otras mediciones como los tiempos de viaje de la población, pues tienen un bajo cumplimiento en cuanto a frecuencia y regularidad.