El cambio de contratos que experimentó el sistema en 2012 fue uno de los argumentos que entregó Alsacia para explicar el actual deterioro financiero de la empresa. Esto, sumado a la caída de las validaciones, la falta de infraestructura vial y los pocos puntos de recarga para las tarjetas bip!, lo que redunda en un aumento de la evasión, son los principales temores que inquietan a la industria.
En esa modificación, impulsada por el gobierno anterior, se traspasó a los operadores la responsabilidad de controlar la evasión, se cambió la estructura de ingresos (donde aumentó el valor del pasajero transportado por sobre el kilómetro recorrido de los buses). Además, se introdujeron indicadores operacionales más exigentes, con más multas y descuentos por no cumplimiento de las horas recorridas y la cantidad de buses que operan.
Lo anterior llevó a que los números de todas las empresas empeoraran ese año. Según cifras de Alsacia, en 2013 gastó 22 millones de dólares en multas. La situación mejoró después de que se implantaran nuevas modificaciones a los contratos un año después, que incluyeron reducciones en el costo de las multas. De hecho, el Ebitda (utilidades antes de impuestos e intereses) de la mayoría de las empresas registraron una caída tras los nuevos contratos, que mejoraron y remontaron un año después.
"El sistema se está cayendo y eso lleva a una situación que puede afectar a algunas empresas de una manera u otra, pero no cabe duda que las afecta a todas", aseguró el presidente de la Asociación Gremial de Concesionarios de Transporte de Superficie (Actus), Héctor Moya.
Según el empresario, la falta de infraestructura vial exclusiva para buses es la principal preocupación del gremio, puesto que sin éstos, los tiempos de viajes aumentan y la demanda de pasajeros baja, pues prefieren utilizar otros medios de transporte, como el Metro. "Las validaciones van disminuyendo, a niveles de 2 a 3% al año y, por otro lado, va cayendo nuestra velocidad comercial -por la congestión que tiene la ciudad- a un ritmo del 5%, que es una cifra muy alta para un sistema como el de Santiago", agregó Moya.
Infraestructura
Si bien la Presidenta Miche-lle Bachelet anunció que se invertirían cerca de mil millones de dólares para el mejoramiento del Transantiago, donde se incluye la construcción de 40 nuevos kilómetros de corredores de alto estándar durante los próximos cuatro años, esto no sería suficiente para los empresarios. "Hoy hablar de una vía segregada como la existente en Santa Rosa tomaría cuatro años más para que estuviera lista, y eso es mucho tiempo, por lo tanto nosotros hemos planteado a la autoridad que hay que tomar una decisión sobre la actual infraestructura que tiene la ciudad a través de vías exclusivas, como calle Mac-Iver", añadió Moya.
Ante esta situación, el director de Transporte Público Metropolitano, Guillermo Muñoz, aseguró que "queremos hacer un esfuerzo y dar las herramientas en inversión de infraestructura para que el bus se vuelva más competitivo frente a otros modos, como el automóvil particular principalmente y, por lo tanto, poder recuperar la demanda y empezar a crecer".
Los altos niveles de evasión son otro problema para las empresas. Según fuentes de la industria, las pérdidas por este ítem bordean los $ 600 millones diarios. Es por esto que los empresarios solicitan que la autoridad participe más en la fiscalización, además de tomar medidas con respecto a ampliar la red de recarga de las tarjetas bip!, hoy en manos de Metro, y donde la mayoría de los lugares para cargar saldo están dentro de las estaciones del tren subterráneo.
De hecho, dentro del plan de mejoramiento del Transantiago se anunció la incorporación de 800 nuevos puntos de carga para principios del 2015. "Combatir la evasión es uno de los ejes principales del plan de mejoramiento que fue anunciado por la Presidenta (...). Nosotros estamos muy preocupados de reducir los niveles de evasión, de trabajar mano a mano con los operadores", sostuvo Muñoz.