Una lenta, pero sostenida alza en cuanto a calidad han registrado las siete empresas del Transantiago durante el último año, de acuerdo al ranking publicado ayer por el Directorio del Transporte Público Metropolitano (DTPM). Los índices medidos entre julio y septiembre pasado corresponden a frecuencia (salida de buses desde los terminales) y la regularidad, punto sensible para los pasajeros, pues se relaciona directamente con el tiempo que deben esperar en los paraderos por un servicio.
El balance establece que todas las firmas cumplen con el mínimo exigido de frecuencia solicitada por el DTPM durante la mayor parte de las jornadas (el piso es un 90%). Sin embargo, el horario más complejo para las compañías corresponde al peak de la tarde, es decir entre las 18.00 y las 20.00 horas. Allí tres empresas están por debajo del piso establecido de un 80%.
En cuanto a la regularidad, también existe un buen desempeño a nivel general, pues cinco empresas tuvieron un mejor resultado respecto al trimestre pasado (ver infografía). Pero también presentado demoras durante las tardes, pues hay tres firmas que no alcanzan el mínimo solicitado por la autoridad (Alsacia, Express y Subus). En la firma STP, que obtuvo el primer lugar de la medición (con un 89,8% de cumplimiento durante todo el día) se explica que la congestión sigue siendo un factor que retrasa la operación, en especial, en comunas como Puente Alto donde en avenidas como Elisa Correa se forman grandes atochamientos debido a la presencia de taxis-colectivos. El resto de las empresas del sistema no comentaron los resultados del estudio.
Guillermo Muñoz, directorio del DTPM, asegura que el mejoramiento de los indicadores se puede explicar en que las empresas reciben un "incentivo" para subir sus resultados desde 2016. Esto implica que si un operador mantiene un correcto despacho de buses durante un año seguido, recibe multas menores en el caso de que tengan algún incumplimiento posterior.
"Con excepción de Subus, el resto de los operadores han registrado una mejora. Esto lleva a que los pasajeros esperen mucho menos en los paraderos", dice Muñoz. La autoridad agregó que antes de que existiera esta modalidad era común ver "trencitos" de microbuses en las calles, pues no habían estímulos para tener una mejor conducta.
Vías priorizadas
Franco Basso, investigador del Observatorio de Movilidad de la U. Diego Portales, sostiene que no es posible que el sector cumpla cabalmente con lo exigido "porque hay un déficit en cuanto a vías exclusivas y corredores para el transporte público", lo que lleva a que la velocidad disminuya. No obstante, hoy existen 302 kilómetros de rutas destinadas a agilizar el desplazamiento de estos vehículos en Santiago.
En tanto, Louis de Grange, director de Ingeniería Industrial de la UDP, afirma que las calificaciones más altas las obtienen "las empresas que presentan los menores costos para el sistema y, paradojalmente, los peores indicadores corresponden a firmas que son más caras para el Estado".