El transbordador espacial estadounidense "Endeavour" realizó varios viajes espectaculares en sus casi 20 años de servicio.
En su primera misión en 1992, la tripulación del Endeavour capturó un satélite averiado, lo reparó y lo volvió a poner en órbita, mientras que al año siguiente realizó el primer mantenimiento en el telescopio espacial Hubble.
Mañana lunes emprenderá su último viaje, al despegar desde el Centro Espacial Kennedy en Florida para ir por aire y por tierra a su nuevo hogar en el Centro de Ciencias de California en Los Angeles, es posible que muchos entusiastas de los transbordadores afirmen que el Endeavour está realizando el viaje más memorable de su historia.
El pasado viernes, el quinto y último transbordador espacial que fue construido, fue colocado sobre una aeronave 747 Shuttle Carrier Aircraft, modificada por la agencia espacial estadounidense NASA, para preparar su viaje final.
Una vez que el Endeavour esté expuesto en el Centro de Ciencias, será el retiro permanente del último vestigio del programa de transbordadores, que duró tres décadas.
Sin los transbordadores, la NASA depende ahora de las cápsulas espaciales rusas Soyuz para transportar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional (ISS).
Empresas privadas aspiran a los contratos con la NASA para llevar suministros y eventualmente personas a la ISS. En mayo, la cápsula Dragon, de la firma Space X, realizó el primer envío comercial de carga a la estación orbital.
Entretanto, la NASA puso su foco en el desarrollo de una nueva nave espacial para viajar más allá de la órbita baja terrestre, siendo un asteroide y Marte algunos de los objetivos.
A las 8:15 horas del lunes (hora local), el Endeavour y su 747 se elevarán al cielo. Durante los cuatro últimos días en el aire, la aeronave realizará sobrevuelos a baja altura sobre Estados Unidos, pasando a apenas 500 metros sobre gran cantidad de localidades, entre ellas Nueva Orleans y Houston.
Otras ciudades en las que los habitantes podrán ver a las aeronaves son San Francisco y Sacramento. Pero los residentes de Los Angeles serán los que gozarán de las mejores vistas, cuando el transbordador y su avión portador realicen una serie de sobrevuelos sobre la ciudad, antes de aterrizar allí el jueves.
Se espera que se reúnan grandes multitudes para ver al Endeavour. Cuando la NASA entregó al transbordador Discovery al Museo Smithsonian, en las afueras de Washington, el tráfico estuvo paralizado durante horas.
Bautizado según el barco que comandó el capitán James Cook en su primer viaje de exploración del mundo, el Endeavour tiene un significado especial para la NASA, ya que fue construido para reemplazar al Challenger, que explotó 73 segundos después de su lanzamiento en 1986. Tras 18 años en servicio, la nave logró recorrer casi 200 millones de millas y pasó 299 días en el espacio.
La NASA alentó a las personas que se encuentren en la ruta de vuelo del avión 747 con el Endeavour a reportar sus observaciones en twitter usando los "hashtags" #spottheshuttle y #OV105, la designación del vehículo orbital Endeavour.
El viaje no terminará cuando el Endeavour llegue al Aeropuerto Internacional de Los Angeles. De hecho, de alguna manera, a partir de allí comenzará la parte más difícil del viaje.
La enorme nave espacial, con los 26 metros que miden las alas y casi 20 metros de altura, incluyendo la cola timón, es demasiado grande para pasar por los puentes de las autopistas. Además, el transbordador, de 77 toneladas, es demasiado pesado como para ser transportado por un helicóptero.
Por este motivo, deberá viajar en un camión especial a través de una ruta de 20 kilómetros por el sur de Los Angeles e Inglewood.
Durante semanas, equipos de trabajo estuvieron ocupados limpiando el camino que recorrerá el Endeavour. Derribaron 400 árboles de las rutas para hacer lugar para la enorme nave.
"Están talando estos árboles realmente grandes, majestuosos", se lamentó Lark Galloway-Gilliam, un residente y director del consejo vecinal, al diario "Los Angeles Times". "Mucho después de que yo muera los árboles tendrán de nuevo la altura que tienen ahora".
El Centro de Ciencias de California dijo que plantará el doble de árboles de los que fueron talados.
El Endeavour "es un artefacto histórico y un tesoro nacional", señaló el director del centro Jeffrey Rudolph. "La comunidad entiende eso y reconoce que ayudará a inspirar a la próxima generación de exploradores".