Bolivia estaba esta mañana semiparalizada por la protesta del transporte público contra un sorpresivo aumento en casi el 80% en el precio de las gasolinas y el diésel que decretó el domingo el gobierno del presidente Evo Morales.
El transporte público está paralizado en La Paz y vehículos del ejército prestan ese servicio desde temprano en las rutas troncales de la ciudad. En la estación de buses de transporte interdepartamental se suspendió la venta de boletos.
Según los informes de radio, la situación es similar en las nueve capitales de departamento y los sindicatos del transporte anunciaron reuniones de emergencia para adoptar otras medidas de presión, tras el paro nacional indefinido convocado ayer.
En algunas ciudades del interior hay bloqueo de calles centrales y varias organizaciones sociales convocaron a reuniones de emergencia para decidir medidas de presión.
El ejecutivo de la Confederación Nacional del Transporte, Franklin Durán, declaró esta mañana que aunque el paro no fue coordinado con tiempo, la medida se realiza "en casi todo el país" a nivel urbano e interurbano.
Durán negó que su sector hubiera sido consultado sobre el aumento y afirmó que las sucesivas reuniones que tuvo con las autoridades "sólo fueron para hablar" del plan para apurar la transformación de vehículos de gasolina a gas licuado.
Según Durán, la liberación de impuestos para importar repuestos y llantas que les ofreció el gobierno "no compensa" el alza de las gasolinas y el diesel que incidirá "entre el 20 y 30 por ciento" sobre sus costos de operación.
El secretario de organización de la Central Obrera, Ramiro Leaño, afirmó que "el gasolinazo" es un "golpe muy duro" a la economía de los obreros, por lo que hoy en ampliado analizarán medidas para contrarrestarlo.
La gasolina especial pasó de 3,74 a 6,47 bolivianos (de 55 a 90 centavos de dólar), la premium de 90 octanos pasó de 4,79 a 7,51 bolivianos y el diesel de 3,72 a 6,80 bolivianos.
Leaño comentó que la Central Obrera no fue consultada pese a que el gobierno "se comprometió de forma pública con los obreros" a consensuar cualquier disposición que afecte la economía familiar y que el aumento salarial ofrecido "no compensa la pérdida" del poder adquisitivo.
El secretario ejecutivo de la confederación de maestros urbanos, Jorge Valdivieso, pidió al gobierno que analice "en forma inmediata" una compensación salarial y anunció un ampliado para analizar medidas de presión.
En procura de aminorar el impacto del alza de combustibles, el gobierno restableció desde este lunes al horario continuo en la administración pública y anunció que se congelan las tarifas de energía eléctrica, agua potable y telefonía.