Ha sido la obsesión televisiva europea en el último año: su final de temporada, por ejemplo, fue visto por un millón de personas en Gran Bretaña, por la BBC4. Cuando se estrenó en Francia, fueron cinco millones los espectadores interesados en ver la producción que había captado el aplauso de la crítica en su presentación al mundo en el Festival de Toronto de 2016. Así, la serie islandesa Ófærð, más fácilmente traducida con el título de Trapped -Atrapados-, se convirtió en la serie de la que todos hablan (y en muchos idiomas). Ahora, llegó a Chile la semana pasada a través de Netflix.
Claro que las producciones de los países nórdicos hace un rato vienen generando pasión en todas latitudes, desde Bron, que comienza con un asesinato en el puente entre Dinamarca y Suecia; o The Killing, originalmente danesa. Trapped sigue la senda de thriller, crimen, policías y por sobre todo, mucho, mucho frío (sólo Fargo le compite en cantidad de metros cúbicos de nieve). Desde un principio se presentaba como una mega producción, de alto presupuesto para su país, y bajo la dirección y creación de uno de los talentos islandeses tras las cámaras, Baltasar Kormákur, quien ha dicho que quería conseguir una mezcla de "nordic noir con Agatha Christie".
La historia es así: hace siete años, Dagný y su novio Hjörtur están pasando el tiempo en una fábrica abandonada; hay un incendio y ella muere. En el pueblo de Seyðisfjörður -una pequeñez aislada y lejana al este de Islandia- aún se sienten los suspiros de esa tragedia. Ahí, Andrei -el magnífico Ólafur Darri Ólafsson, un James Gandolfini vikingo- es el jefe de la tranquila policía, cuando se descubre un torso en medio del mar. La sospecha es que alguno de los pasajeros del ferry que une a la ciudad con Dinamarca, es el culpable. Además, una tormenta de nieve, de las que usualmente aísla a la localidad, se deja caer en los ya nevados parajes. Entonces nadie puede entrar -como más policías para apoyar la investigación-, ni nadie puede salir - como la ex mujer de Andrei con su nueva pareja que llegan de visita-. Y eso significa que el asesino también está ahí, atrapado con el resto, en el bendito fiordo. La trama incluye varias aristas más, desde políticos intentando atraer inversión china para un nuevo puerto en una localidad aún afectada por la crisis de 2008, a tráfico de personas, mafia lituana y más condimentos de corrupción y violencia.
Trapped juega con la sensación de frío y la de claustrofobia, convirtiendo a las siluetas de la geografía islandesa y sus vientos blancos en un personaje más. La música ayuda también a generar atmósfera, y es creación de Jóhann Jóhannsson, nominado al Oscar y el hombre tras las partituras de La teoría del todo o La llegada y que actualmente trabaja en la nueva Blade Runner. Envueltos en esos sonidos y en la nieve, en la luz del final del mundo siempre un poco gris, y en un pueblo donde todos se conocen, Andrei, nuestro héroe, tiene mucho que solucionar. Ideal verlo bajo varias frazadas y plumones. Y el espectador siéntase libre de encariñarse: la segunda temporada, ya está en producción.