"Es posible que estemos acá para más de un mandato". Semanas antes de que complete el primer año como Presidente de Argentina, Mauricio Macri pronunció esta frase con la que le abre la puerta a una eventual reelección. Una sentencia que muestra el optimismo con que el gobernante ve su futuro político, pese a las medidas impopulares que ha tomado en su primer año de gobierno y cuando quedan tres años aún para volver a enfrentar las urnas.

La frase también evidencia la ambición de Macri de que no está pensando en dejar el poder tras concluir su primer mandato, sino que quiere completar los ocho (reelección de por medio) que le permite la Constitución argentina. Mal que mal, así lo hicieron Carlos Menem (que fue el que reformó la Carta Magna en 1994 para permitir el segundo mandato consecutivo) y Cristina Fernández de Kirchner.

Pero también busca establecer que su rol como líder político de su sector no estará restringido a cuatro años. Así, clava su lanza en tierra para demostrar que él es el jefe, pese al ascenso en los sondeos de la actual gobernadora de la provincia de Buenos Aires, la macrista María Eugenia Vidal, considerada la política del momento en Argentina. Eso especialmente de cara a las elecciones parlamentarias que deben llevarse a cabo en octubre de 2017 y donde la coalición Cambiemos, que apoya a Macri, espera ganar terreno en el Congreso.

La relevante declaración del gobernante transandino surgió durante una entrevista con el diario local La Nación, al ser consultado si se imaginaba sin poder. "Quiero volver a hacer una vida normal. Ya tengo la fantasía de, cuando termine, irme a vivir un par de años afuera, enseñar en alguna universidad y que se olviden de mí un tiempo, para después volver, porque amo este país". El periodista preguntó si entonces estaba pensando en estar un solo mandato en la Casa Rosada, una deducción que Macri rechazó rápidamente: "No, estoy diciendo cuando termine. Es posible que estemos acá para más de un mandato".

"Macri necesitaba en términos políticos dar señales de que iría por la reelección. Si no, corre el riesgo de que se inicie prematuramente la lucha por ocupar su lugar dentro del propio oficialismo. Además, si es percibido como un presidente de cuatro años, en el tercero y el cuarto año se genera el efecto debilidad del final de mandato", dijo a La Tercera el analista político argentino Rosendo Fraga.

En tanto, según el experto y director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, las elecciones legislativas de medio término pueden ser determinantes en los siguientes comicios, es decir, en los de 2019. "En seis de las siete elecciones presidenciales realizadas desde 1983, los comicios de medio mandato anticiparon la presidencial. Así, si Macri los gana, será percibido como un presidente de ocho años; si los pierde, de sólo cuatro".

Reconocer que buscaría un segundo mandato pretende "transmitir que siente y tiene suficiente fortaleza política, a pesar de los escasos resultados alentadores en lo económico como para instalar ese proyecto", escribió el columnista del diario La Nación Claudio Jacquelin. El analista sostiene que así Macri gana tiempo, margen y espacio político. "Sabe que así sigue comprando tiempo, ese bien tan escaso y tan necesario para la gobernabilidad para cualquier presidente no peronista. Sobre todo cuando la economía no arranca. Y si él dice que va por su reelección, ancla, además, a su principal espada y escudo protector, María Eugenia Vidal, en la provincia de Buenos Aires por cuatro años más, con lo que dificulta la aparición de cualquier emergente que intente disputarle ese territorio clave como su liderazgo", aseguró.

Por ahora, la aspiración de Macri es a proyectarse a ocho años, aunque es conocido que las segundaspartes enfrentan más problemas o dificultades que las primeras.