Con el camino despejado para llegar a la presidencia de la Confederación de la Producción y del Comercio (CNC), ahora Alfredo Moreno debe definir sus pasos antes de desembarcar en la casona de Monseñor Sótero Sanz en marzo de 2017.
Según ha comentado el mismo Moreno en privado, uno de los aspectos que deberá analizar es qué directorios mantiene y cuáles deja, pues si bien la presidencia de la CPC no es de dedicación exclusiva -no es remunerada-, lo relevante es que su labor en la multigremial sea prioritaria.
Hoy, el ex canciller participa en diez directorios: Derco, de la familia del Río, la constructora e inmobiliaria Brotec, además de la fundación Paz Ciudadana, Teletón, Libertad y Desarrollo y
Universidad del Desarrollo. También ocupa la presidencia de Empresas Penta y participa del directorio de Banmédica, Penta Vida y Penta Las Américas. Además, distribuye su tiempo dictando conferencias en Chile y en el extranjero, y dando y asesorías a grupos económicos.
En privado el ex canciller ha señalado que seguramente deberá dejar alguna de estas funciones para así dedicarse prioritariamente a ocupar la máxima representación empresarial del país. Sin embargo, habría una decisión ya tomada: no dejaría los directorios de las empresas Penta.
Alfredo Moreno llegó al directorio de Empresas Penta en julio de 2014, tras dejar el gobierno de Sebastián Piñera donde fue canciller. Dos meses después, estalló el escándalo por financiamiento irregular de la política en que se vio involucrada la empresa propiedad de Carlos Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín. Moreno debió asumir la presidencia y encabezar un duro proceso reputacional para la compañía. Algunos empresarios, en privado, han cuestionado que la presencia de Moreno allí podría transformarse en un flanco abierto para el futuro líder de los empresarios. Otros, en cambio, desestiman esa situación afirmando que Moreno asumió justamente para solucionar un problema que se había generado años antes en la firma.